THE OBJECTIVE
Jaime Mariño Chao

Soñando dieces

“Messi recoge el balón en la parte derecha de la defensa, pegado al banderín de córner de su propio campo, señoras y señores qué emocionante está el partido, en la frontera del minuto noventa y con el cero a cero todavía en el marcador, si nada sucede nos iremos a la prórroga en este evento único en la ya centenaria historia del fútbol, avanza Messi, sigue Messi, la pulga atómica levanta la cabeza y cede a su izquierda a Platini, ahí está el francés, qué elegancia, qué clase, el garçon de oro del fútbol europeo que envía el cuero con un taconazo sutil a Del Piero, caracolea Del Piero, gana unos metros, aunque la presión de los defensores le hace retroceder el balón para Zico, recibe el brasileño, le pone ritmo al partido, sabor, samba, suavidad amarilla, protege el balón del acoso de la defensa y lanza un cambio de sentido kilométrico a la posición de Pelé, de brasileño a brasileño y tiro porque me toca, ahí tenemos a Edson Arantes do Nascimento, un talento inmenso, Pelé deja a Maradona con un pase con el pecho que hace rugir a las bancadas, recibe Maradona, a ver que inventa el Pelusa, la mima, la esconde, que sangre fría, juega como si estuviera todavía en el potrero del Buenos Aires de su infancia, Maradona entrega a Zidane, la esfinge olfatea el horizonte y encuentra un pase magistral para Totti, atención a Totti, controla Totti, se intuye el peligro, quedan 30 segundos para que se cumpla el tiempo reglamentado, pasa a Ronaldinho que hace un control orientado perfecto, Ronaldinho mira al área y sonríe, sí amigos, sonríe, algo ha visto el mago que nosotros no hemos visto, parece que se detiene el tiempo, se escucha el latido de los corazones, saca un centro templado al corazón del área pequeña y en el punto de penalti surge alguien de la nada, improvisa un remate prodigioso y gol gol gol gol gol goooooool, extraordinario remate de un jugador salido de no se sabe dónde pero que ha enganchado un remate lleno de clase y que se ha colado por la escuadra en el último segundo, todos rodean al jugador y no somos capaces de identificarlo, pero ahora asoma ya entre los abrazos de sus compañeros ¡qué gran sorpresa! se trata de ***&%$.”

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Soñando dieces

“Messi recoge el balón en la parte derecha de la defensa, pegado al banderín de córner de su propio campo, señoras y señores qué emocionante está el partido, en la frontera del minuto noventa y con el cero a cero todavía en el marcador, si nada sucede nos iremos a la prórroga en este evento único en la ya centenaria historia del fútbol, avanza Messi, sigue Messi, la pulga atómica levanta la cabeza y cede a su izquierda a Platini, ahí está el francés, qué elegancia, qué clase, el garçon de oro del fútbol europeo que envía el cuero con un taconazo sutil a Del Piero, caracolea Del Piero, gana unos metros, aunque la presión de los defensores le hace retroceder el balón para Zico, recibe el brasileño, le pone ritmo al partido, sabor, samba, suavidad amarilla, protege el balón del acoso de la defensa y lanza un cambio de sentido kilométrico a la posición de Pelé, de brasileño a brasileño y tiro porque me toca, ahí tenemos a Edson Arantes do Nascimento, un talento inmenso, Pelé deja a Maradona con un pase con el pecho que hace rugir a las bancadas, recibe Maradona, a ver que inventa el Pelusa, la mima, la esconde, que sangre fría, juega como si estuviera todavía en el potrero del Buenos Aires de su infancia, Maradona entrega a Zidane, la esfinge olfatea el horizonte y encuentra un pase magistral para Totti, atención a Totti, controla Totti, se intuye el peligro, quedan 30 segundos para que se cumpla el tiempo reglamentado, pasa a Ronaldinho que hace un control orientado perfecto, Ronaldinho mira al área y sonríe, sí amigos, sonríe, algo ha visto el mago que nosotros no hemos visto, parece que se detiene el tiempo, se escucha el latido de los corazones, saca un centro templado al corazón del área pequeña y en el punto de penalti surge alguien de la nada, improvisa un remate prodigioso y gol gol gol gol gol goooooool, extraordinario remate de un jugador salido de no se sabe dónde pero que ha enganchado un remate lleno de clase y que se ha colado por la escuadra en el último segundo, todos rodean al jugador y no somos capaces de identificarlo, pero ahora asoma ya entre los abrazos de sus compañeros ¡qué gran sorpresa! se trata de ***&%$.”

Suena el despertador, como cada mañana al sur de La Dama. Son las cinco y media. Durante un largo minuto me quedo pensando…¿qué estaba soñando? Ah sí, un extraño partido en un lugar lleno de bruma y nostalgia. Recuerdo esa última jugada, recuerdo el gol pero…vaya, me he despertado sin saber quién era el décimo diez. ¿Quién sería? A ver si mañana puedo soñar un resumen y os lo cuento.

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