THE OBJECTIVE
Jeronimo Jose Martin

Supervivientes

En 1996, “Lone Star” y “Tiempo de matar” convirtieron al actor texano Matthew McConaughey en “el nuevo Paul Newman”. En la última década, su estrella se fue apagando. Pero ha vuelto con “Dallas Buyers Club” y el Oscar al mejor actor.

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Supervivientes

En 1996, “Lone Star” y “Tiempo de matar” convirtieron al actor texano Matthew McConaughey en “el nuevo Paul Newman”. En la última década, su estrella se fue apagando. Pero ha vuelto con “Dallas Buyers Club” y el Oscar al mejor actor.

En 1996, “Lone Star” y “Tiempo de matar” convirtieron al actor texano Matthew McConaughey en “el nuevo Paul Newman”. Después se mantuvo a través de películas como “Contact”, “Amistad”, “Planes de boda”, “Vidas contadas” o “Sahara”. En la última década, su estrella se fue apagando, hasta el punto de que muchos le daban ya por amortizado. Pero en 2012 resurgió de sus cenizas en “Mud”, para volver a la cima un año después con “El lobo de Wall Street” —donde protagoniza con Leonardo DiCaprio una de las mejores secuencias— y, sobre todo, con “Dallas Buyers Club”, que le ha valido el Oscar al mejor actor, robándoselo precisamente al italoamericano.

McConaughey es, pues, un superviviente, como todos los actores, cuya fama pende siempre de un hilo. Por eso se ha identificado totalmente con Ron Woodroof, el cowboy drogadicto y mujeriego que encarna en “Dallas Buyers Club”. Un auténtico texano, como él, que lucha contra el SIDA en 1986 consiguiendo, consumiendo y vendiendo fármacos no autorizados por la rigurosa Food and Drug Administration (FDA).

Es ingrato este filme hiperrealista del canadiense Jean-Marc Vallée (“La reina Victoria”), pues incluye crudas escenas de sexo y de atención hospitalaria. Pero brilla con luz propia gracias a las conmovedoras interpretaciones de McConaughey y Jared Leto, este último recompensado con el Oscar al mejor actor secundario. Sus apabullantes caracterizaciones —ambos adelgazaron decenas de kilos— y la acertada perspectiva del guion de Craig Borten y Melisa Wallack —que esquiva la ideología de género y exalta la capacidad de lucha y compasión de los protagonistas— se ganan el favor del espectador. Por eso, no sorprende que McConaughey diera gracias a Dios por su Oscar en un tono similar al que emplea su personaje cuando reclama a gritos la ayuda divina. Son las reacciones lógicas de los supervivientes.

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