THE OBJECTIVE
Raquel Fernandez

Una copa y muchos gigantes

Acabó la Copa del Mundo de fútbol y pareciera que no quede vida más allá. Pues no oiga, en septiembre, tenemos una cita mundialista, y además, jugamos en casa. Las emociones fuertes volverán el 30 de agosto así que para minimizar el síndrome posvacacional dispondremos de otra buena ración de lo que más nos gusta a los españoles: deporte.

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Una copa y muchos gigantes

Acabó la Copa del Mundo de fútbol y pareciera que no quede vida más allá. Pues no oiga, en septiembre, tenemos una cita mundialista, y además, jugamos en casa. Las emociones fuertes volverán el 30 de agosto así que para minimizar el síndrome posvacacional dispondremos de otra buena ración de lo que más nos gusta a los españoles: deporte.

Acabó la Copa del Mundo de fútbol y pareciera que no quede vida más allá. Pues no oiga, en septiembre, tenemos una cita mundialista, y además, jugamos en casa. Las emociones fuertes volverán el 30 de agosto así que para minimizar el síndrome posvacacional dispondremos de otra buena ración de lo que más nos gusta a los españoles: deporte. Y en este caso como diría Pepu: “ba-lon-ces-to”.

Por lo pronto, la Copa (denominada Naismith en honor al pastor presbiterano inventor del baloncesto) ya la tenemos en España como país organizador. El presidente de la FEB, José Luis Sáez y Juan Antonio Alcaraz, director general de Caixabank como patrocinador oficial de la Selección Española de Baloncesto, presidieron en CaixaForum Madrid el acto de recepción de la Copa del Mundo. Allí permanecerá expuesta del 16 al 22 de julio para que los aficionados puedan conocerla.

Nueve kilos de plata bañados en oro y distribuidos en 47 centímetros de alto y 20 de ancho rematados en su parte superior por la flor loto. Deléitense con ella mientras puedan porque a partir del 30 de agosto los mejores jugadores del planeta lo darán todo para conseguirla. Entre ellos Kevin Durant, último MVP de la NBA, Teodosic, Spanoulis, Parker… se pegarán por tenerla en sus manos en la final del 14 de septiembre.

Pero ojo, que los privilegiados que la levanten pueden tener nombres y apellidos cotidianos. Porque en lo deportivo, España juega en casa, con aire a favor, y posiblemente, en el último gran servicio de la generación de oro de nuestro baloncesto.

Se encumbraron hace ocho años con el oro en el Mundial de Japón y ahora quieren ser profetas en su tierra. Sería el broche de oro para los, entre comillas veteranos, Pau Gasol, Navarro, Calderón, Reyes o ‘El Chacho’. Sumados a la nueva hornada, representada por Ricky, Rudy o Ibaka, y apoyados hasta por las mascotas Ole y Hop (¡que toda ayuda es poca!) nuestros «12 guerreros» intentarán conquistar el mundo con sus paisanos, o sea nosotros, de testigos.

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