THE OBJECTIVE
Marcela Sarmiento

Una manicura para Merkel

Si alguien creyó que en los salones de belleza la actividad oficial es escuchar la vida de los demás, llegó el momento de cambiar de opinión

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Una manicura para Merkel

Si alguien creyó que en los salones de belleza la actividad oficial es escuchar la vida de los demás, llegó el momento de cambiar de opinión

Sobria. Austera. Poco o nada nos sorprende de su aspecto aunque es evidente que Angela Merkel se preocupa por su imagen.

Su maquillaje es el justo. Su peinado es natural y práctico. ¿Color en sus uñas? Ni pensarlo. Pero ahora que su teléfono es protagonista de un escándalo de espionaje las fotos de la canciller alemana apuntan al teclado de su móvil y sus manos no pueden escapar del objetivo.

Su agenda no debe permitirle mucho tiempo para asuntos personales, pero no tendrá más remedio que buscar cuanto antes una profesional de la manicura. En Alemania podrá encontrar expertas. Incluso más cuidadosas que los servicios de inteligencia que no detectaron que las conversaciones de su canciller estaban siendo escuchadas. Si alguien creyó que en los salones de belleza la actividad oficial es escuchar la vida de los demás, llegó el momento de cambiar de opinión y ofrecer a estos lugares una disculpa. La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos debería ser la primera en hacerlo.

Merkel no ha entrado en la moda del color en sus manos. Sus razones debe tener y habrá que considerarlas como de costumbre, aunque ha quedado al descubierto que respeto por su intimidad no existe. 

Le sobran razones para comerse las uñas. Pero me niego a creer que lo haga. Eso no va con su carácter. No la veo con la bandera tricolor alemana en su dedo índice. Aunque con él señale permanentemente. Tampoco uñas azules con estrellas amarillas para hacerle un homenaje a la Unión Europea, aunque se ajustaría perfectamente a la tendencia actual. Las postizas no creo que sean lo correcto en este caso, aunque ayudarían a embellecer sus dedos. La popular manicura francesa ha dejado de usarse, así que las posibilidades se limitan al estilo convencional. Cortaúñas, alicate y lima. Urgente. A propósito, no le vendría nada mal una limada al presidente Obama, de lo contrario le sugiero guantes de seda para evitar arañazos de talla mundial.

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