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Castilla y León

Vox admite que no podrá cumplir sus promesas aunque obtenga mayoría absoluta

El partido de Abascal pedirá formar parte del gobierno de Castilla y León. La reunión con Alfonso Fernández Mañueco se producirá este miércoles

Vox admite que no podrá cumplir sus promesas aunque obtenga mayoría absoluta

El líder de Vox durante una rueda de prensa. | Óscar J. Barroso (Europa Press)

Vox solo baraja un escenario: ingresar en el futuro gobierno de Castilla y León. Es lo que va a solicitar este miércoles al popular Alfonso Fernández Mañueco. Sería la primera vez que la formación verde lograse formar parte de un ejecutivo regional, un paso intermedio para alcanzar La Moncloa. Las últimas encuestas le sitúan como segunda fuerza superando al PP, en plena crisis interna. El líder nacional, Santiago Abascal, ya advierte de que no podrá aplicar su programa aunque obtenga una mayoría absoluta.

La intención de Vox en Castilla y León no ha variado. Los buenos resultados en las elecciones autonómicas le llevó a pedir la vicepresidencia regional durante la misma noche electoral. La idea de sus dirigentes es introducir algunos puntos de su programa y hacerse con cuatro consejerías, incluida la vicepresidencia. Aspiran también a conseguir la presidencia de las Cortes. Se trataría de un poder institucional idéntico al que consiguió Ciudadanos tras los anteriores comicios.

Vox y su apoyo a Mañueco

«No somos menos que nadie», ha reiterado Abascal este lunes. Lo ha hecho durante la rueda de prensa que suelen ofrecer cada semana otros compañeros de partido. En esta ocasión, las circunstancias apremiaban. La intención es tener el mismo peso que ha tenido hasta ahora Ciudadanos, socios del PP hasta que el presidente regional convocó elecciones el 20 de diciembre. El líder nacional de Vox ha vuelto a reconocer que, si su partido no entra en el Gobierno de Mañueco, votará en contra de su investidura.

En la formación verde están convencidos de que ingresar en su ejecutivo, como en el de Andalucía en los próximos meses, supone un paso intermedio en su camino hacia La Moncloa. Abascal valora positivamente los datos que arrojan los sondeos, que colocan a su partido como el segundo más votado en unas generales, solo por detrás del PSOE. No obstante, considera que la crisis interna de los populares no ayuda a expulsar a Sánchez, que es, dice, su principal objetivo.

Abascal y García-Gallardo en la noche electoral. | Foto: Claudia Alba (Europa Press)

«Hay una mayoría social de españoles que comparten un programa de mínimos que nos permita recuperar la unidad nacional frente a la amenaza del separatismo, la defensa de nuestras fronteras frente a la inmigración ilegal, la soberanía y el respeto internacional perdido, la pujanza de muestra industria y la esperanza del campo», asegura Abascal. El dirigente de Vox ha realizado este lunes un duro alegato contra el Gobierno de Sánchez.

El presidente de la formación verde cree que la crisis del PP «dificulta» esa alternativa, por lo que desea que se resuelva pronto. Solo de esa manera será posible «acabar con las leyes ideológicas que destruyen la libertad de nuestros compatriotas» y «recuperar la libertad frente a las injusticias del Estado autonómico y la igualdad frente a las desigualdades».

«Aplicar el programa»

Abascal pone ya la venda antes que la herida. El crecimiento que otorgan a su partido las encuestas, esas a las que hace días concedía poco crédito, le ha llevado a admitir que será complicado cumplir sus promesas. «Si no hay mayoría absoluta no podemos aplicar todo el programa». Los sondeos afirman que la formación verde ya estaría en situación de dar el sorpasso al PP con una intención de voto que supera el 20%.

La dificultad de cumplir está en las propias posiciones de Vox, en contra del Estado autonómico, aunque pida entrar en sus gobiernos. La formación también pretende reformar la Constitución para convertir España en «un Estado unitario administrativamente descentralizado en la provincia». Abascal reconoce que para conseguirlo «no vale una mayoría absoluta, hace falta una mayoría más amplía para reformas de la Constitución de carácter agravado». En concreto, dos tercios de ambas cámaras, lo que parece misión imposible.

Los equipos de Mañueco y Tudanca durante la reunión de este lunes. | Foto: Nacho Gallego (EFE)

«Nunca hemos dejado de decir que ese es nuestro objetivo ni las dificultades que entraña. Acudimos a las elecciones diciendo la verdad y vamos a las negociaciones desde una postura cabal y dialogante y no de una forma maximalista, prometiendo cambios radicales que sabemos que no se van a producir», insiste Abascal. Eso, en la jornada en la que Mañueco ha comenzado la ronda de contactos para formar gobierno en Castilla y León.

La primera reunión, con el PSOE, apenas ha durado 15 minutos. Fuentes socialistas reconocen a THE OBJECTIVE que el presidente en funciones dejó el encuentro tras escuchar la palabra corrupción. En el PP acusan a Luis Tudanca de seguir las instrucciones de Pedro Sánchez para «romper» cualquier vía de diálogo. En Vox esperan que las negociaciones con ellos sean más «fructíferas». Dicen que acuden con mano tendida, una predisposición que también observan en Mañueco.

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