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¿Hace bien el PP aliándose con Vox? Los politólogos no ven riesgo para las generales

Cinco expertos analizan en THE OBJECTIVE las consecuencias electorales del pacto suscrito por ambas formaciones para gobernar en Castilla y León

¿Hace bien el PP aliándose con Vox? Los politólogos no ven riesgo para las generales

Los líderes de Vox y PP en Castilla y León tras el acuerdo. | Nacho Gallego (EFE)

Vox se ha salido con la suya. Presidirá las Cortes de Castilla y León y formará parte del Gobierno regional, tal y como venía reclamando desde la misma noche electoral. El pacto con el PP se cerró apenas unos minutos antes de constituirse la Mesa del Parlamento. En las filas populares hay quien teme que ese movimiento les perjudique en las elecciones generales, mientras la izquierda critica que se abra la puerta a «la ultraderecha». Cinco expertos analizan en THE OBJECTIVE las consecuencias electorales de esta decisión.

El acuerdo de legislatura alcanzado este jueves in extremis entre PP y Vox tiene 11 ejes de gobierno y 32 acciones. Muchas de ellas están sin especificar, son meras banalidades o simplemente no son de competencia autonómica, como la medida que hace alusión a «una inmigración ordenada». El documento, de cinco páginas, no incluye las demandas iniciales de la formación verde, que pidió derogar las leyes regionales de Violencia de Género y de Memoria Histórica.

Vox en el gobierno

Este entendimiento supone que Vox ingrese en un gobierno por primera vez desde su creación en 2014 (solo obtuvo representación institucional cinco años después). El sociólogo José Pablo Ferrándiz sostiene que el pacto «crea un precedente». El director de Opinión Pública en Ipsos recuerda que antes de las elecciones generales se tienen que celebrar las autonómicas y que estas van a «determinar» las opciones del PP. La primera parada, este mismo año, será en Andalucía.

«Este tipo de acuerdos van a convertirse en algo estructural en España. Hay dos bloques, de momento inamovibles. O suma uno o suma el otro. Si el PP quiere conseguir la mayoría, no le queda más remedio que ir de la mano de Vox», explica Ferrándiz. En su opinión, no es viable pedir al PSOE que se abstenga en todos los territorios para que no gobiernen los de Santiago Abascal. «No le abren la puerta en las comunidades autónomas para cerrárselas en el Estado».

Los dirigentes de la izquierda han salido en tromba a criticar que el PP incluya a Vox en un gobierno. «La extrema derecha vuelve a los gobiernos 40 años después de la mano de Feijóo. Hoy es mal día para CyL y para la democracia española», escribió en Twitter Adriana Lastra, número dos del PSOE. El procurador de Unidas Podemos Pablo Fernández tachó la entrada de la formación verde en el Gobierno regional de «vergüenza» y de «ignominia».

«La alerta antifascista ya no moviliza a la izquierda», señala Ferrándiz. En su opinión, esta estrategia ya no funciona, lo mismo que no lo hizo en las elecciones regionales de Madrid, en mayo de 2021. «No hay partidos en el centro para pivotar. El sistema te lleva a caer en brazos de Vox», insiste este experto. Y advierte: «El votante de Vox no ha surgido de la nada, por eso a los que apoyan al PP no les importa ir de la mano».

La alerta «antifascista»

El politólogo Luis Arroyo considera que todavía es pronto para saber cómo va a afectar este acuerdo en unas elecciones generales. «Va a depender de cómo el PP frene las presiones de Vox y de cómo este aproveche la situación. Siempre reniegan de ser un partido de ultraderecha. Ahora tienen la oportunidad de demostrarlo».

Arroyo sostiene que si la formación verde mantiene «un espíritu de moderación», los ciudadanos dejarán de verle como un peligro, lo que favorecería las aspiraciones del PP. No obstante, no descarta un sorpasso de Vox en este momento de «debilidad» para los populares. «Para eso tienen que demostrar que no son ultras». El experto, eso sí, está convencido de que los socialistas van a activar la alerta antifascista, pero duda de que esa estrategia tenga éxito.

Pablo Iglesias en un acto de Unidas Podemos en la campaña de las autonómicas de Madrid en 2021. | Foto: R. Rubio (Europa Press)

«El PSOE ya venía haciendo esa campaña. Ahora no le quedan muchas más herramientas», avanza Berta Barbet. Esta politóloga catalana sostiene que el nuevo escenario de Castilla y León no supone un problema para que el PP sea una «alternativa viable de gobierno». En su opinión, no existe ninguna región española en la que, si la derecha sumaba mayoría, no se hayan puesto de acuerdo. Esto supone que los populares ya han sufrido el desgaste por «legitimar» a Vox.

Barbet sostiene que el momento idóneo para hacer un cordón sanitario a la formación verde se produjo en Andalucía en 2019. Ahora «es tarde» y no le queda más opción que ir de la mano de Vox si quiere sumar mayoría. «La situación hoy sería diferente si el PP hubiese desarrollado otra estrategia, aunque eso hubiese implicado no gobernar en algunos sitios». En su opinión, el pacto en Castilla y León solo es «relevante» para ver qué hace Vox con el poder. «La clave es que no genere desencuentros ni incoherencias».

El PP, en sede vacante

El sociólogo Andrés Medina, director de Metroscopia, cree que es «pronto» para saber qué consecuencias va a tener en unas generales el pacto en Castilla y León. Principalmente porque el PP se encuentra en «situación de sede vacante». Alberto Núñez Feijóo no ha tomado el poder formalmente y eso deja a su electorado potencial, que Medina cifra en 11 millones de personas, «desconectado, en paréntesis».

«Casi el 75% de los votantes de Vox y PP aceptan el entendimiento. El apoyo es casi unánime en los primeros», reconoce basándose en sondeos del instituto que dirige. El experto señala que a esos dos factores hay que añadir el momento coyuntural que vive España, tanto en el plano nacional como en el internacional. «La suma de estas tres cosas puede modificar la opinión pública». Su sensación es que las opciones de los populares en unas generales dependerán de la habilidad de gestión que demuestre la coalición en Castilla y León y en el resto de regiones que pacten.

Alberto Núñez Feijóo en un acto en Tenerife este domingo. | Foto: Europa Press

Medina afirma que Vox no es hoy el partido de 2019, cuando la izquierda consiguió generar «una movilización tremenda». Entonces, en algunas regiones, como Navarra, País Vasco y Cataluña, el bloque de izquierda superó por 10 puntos de diferencia al de la derecha. «Lo que funcionó entonces no tiene por qué funcionar ahora», reconoce el director de Metroscopia. Y añade: «La derecha sostiene que es el PSOE el que ha traspasado todos los límites en los pactos».

El ejemplo de Podemos

«La alerta antifascista está amortizada. Vox lleva ya años condicionando al PP. Otra cosa es que opte por una agenda muy radical», indica el sociólogo Manuel Mostaza. El director de Asuntos Públicos de Atrevia sostiene que si los populares quieren tener opciones en unas generales no les queda otra que ir en coalición con la formación verde, aunque «debe remarcar que son diferentes y no comparten su visión, aunque compartan votantes»

Mostaza indica que la intención del pacto en Castilla y León es normalizar a Vox. Remarca que cuando los socialistas incluyeron a Podemos en el Ejecutivo parecía que se iba a acabar el mundo y «no han existido nacionalizaciones ni quema de conventos». E insiste: «Ha pasado en un lado del espejo y ha ido bien. En el otro lado pasará igual».

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