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El PSOE echa el freno a la prisión permanente y admite ahora que «hay que estudiarla»

Según las fuentes consultadas, los socialistas aceptaron la toma en consideración del proyecto de ley del PP por la presión a la presencia de las víctimas

El PSOE echa el freno a la prisión permanente y admite ahora que «hay que estudiarla»

El padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, ofrece declaraciones a los medios. | Europa Press

El PSOE echa el freno. No recula, no rectifica en su aprobación a la prisión permanente revisable (PPR) esta semana en el Congreso, pero no descarta hacerlo durante la tramitación parlamentaria de la Proposición de Ley del PP. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, el giro de 180 grados dado este martes por el PSOE después de haber recurrido la PPR al Tribunal Constitucional no respondió a un informe del ministerio del Interior, como relataron fuentes socialistas, sino a la presión ante la presencia de las víctimas en la tribuna de invitados del Congreso, entre los que se encontraban el padre de Diana Quer, Juan Carlos Quer, y la madre de Marta del Castillo, Eva Casanueva.  

Fuentes socialistas admiten que la presencia de las víctimas influye en tanto en cuanto el PSOE lleva cuatro meses reuniéndose con algunas de ellas para preparar su posición en torno a la iniciativa conjunta del PP, Ciudadanos y dos formaciones del grupo Mixto (Coalición Canaria y Foro Asturias). Un proyecto de Ley que pide reforma de Ley Orgánica que el PSOE admite que «hay que estudiar». Aunque explica su posición favorable a aplicar la prisión permanente revisable porque se trata de «una toma en consideración que implica el inicio del debate parlamentario». 

Los socialistas no descartan que al final de ese proceso, tratándose de una reforma de Ley orgánica que podría durar más de nueve meses, el PSOE acabe votando en contra de los dos supuestos de aplicación de la prisión permanente revisable: la reincidencia y los asesinatos que oculten el cadáver. «Tendremos que estudiarlo. Se podría aplicar una alternativa como un endurecimiento de las penas que no implique aplicar prisión permanente», dicen en la dirección del grupo parlamentario con la vista puesta en el trámite de enmiendas. 

Ponen como ejemplo a EEUU, donde «aplican cadena perpetua y corredor de la muerte y hay más casos que en España». En la dirección del PSOE lo dejan todo en el aire de cara al inicio de los trabajos en la ponencia de la comisión donde «veremos qué legislación es mas eficaz» y «preguntaremos a los expertos». Unos trabajos que se hicieron sin embargo hace siete años cuando recurrieron al TC la reforma del código penal introducida por el Gobierno de Mariano Rajoy

El giro de 180 grados podría no materializarse por la presión externa de las víctimas e interna de Podemos, y sin que ello suponga un nuevo capítulo de división de la coalición. La formación morada anunció el martes por la mañana que votaría a favor de la PL del PP sobre la prisión permanente revisable y luego dio marcha atrás a mitad de la tarde, horas antes de la votación y sin mediar explicación alguna. «Son ellos quienes tienen que explicar por qué cambiaron su posición», replican fuentes socialistas recordando que fue el propio ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, quien dio traslado a las dos formaciones de la coalición, PSOE y Podemos, de un informe partidario de aceptar la PPR para los casos anteriormente citados. 

La reforma

De izquierda a derecha, Ana Julia Quedaza, José Ramón Abuín y Bernardo Montoya, condenados por asesinato 

Tras destacar que la sociedad española está mayoritariamente a favor de un máximo castigo para delitos de especial gravedad y recordar el reciente aval del Tribunal Constitucional, el proyecto del Partido Popular apuesta por aplicar la prisión permanente en los casos en los que, además de un asesinato, se oculta el cadáver, causando un dolor añadido y «un daño concreto y específico» a familiares y allegados de la víctima.

A su juicio, se cumpliría así con el «efecto retributivo» de la pena, al imponer un castigo mayor al que se aplica en el caso de asesinato, y se «proporcionaría un estímulo al reo» para revelar el paradero del cuerpo. Plantean además castigar con prisión permanente a los asesinos reincidentes: «Sorprende a los ciudadanos ver casos en los que un delincuente ya condenado por asesinato en el pasado vuelve a cometer tal delito al encontrarse de nuevo en libertad».

En estos momentos se aplica prisión permanente en ocho supuestos: el asesinato de menor de 16 años o de una persona especialmente vulnerable; el cometido junto a un delito sexual; cuando el asesino pertenece a un grupo criminal; el asesinato múltiple; matar al rey, la reina o al príncipe o princesa de Asturias; matar a un jefe de Estado extranjero; y el genocidio y los crímenes para la humanidad.

Desde su aprobación en 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy hasta ahora esta pena se ha dictado en 24 ocasiones, según los últimos datos del Poder Judicial. Entre estos casos está el de José Ramón Abuín Gey, alias El Chicle, por el asesinato de la joven Diana Quer;  Ana Julia Quezada, la primera mujer en recibir esta sentencia, por la muerte de Gabriel Cruz, el niño de ocho años hijo de su pareja, y el de Bernardo Montoya tras agredir sexualmente y asesinar a la profesora zamorana Laura Luelmo.  

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