El Govern se reúne el Día de la Constitución y obliga a mantener la Generalitat operativa
Mientras escuelas y empresas cumplen con la festividad, el presidente de la Generalitat convoca a sus ‘consellers’ como si fuese un día laborable
Foto del Consell Executiu del Govern de la Generalitat | Rubén Moreno/ERC
El Gobierno de la Generalitat no tiene nada que celebrar. Pere Aragonès ha convocado este martes a todos sus consejeros en la reunión del Consell Executiu que se celebra cada semana. Pero con la diferencia de que, en esta ocasión, coincide con el Día de la Constitución y es un día festivo a nivel nacional. Con su decisión, y según informan las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, obliga a la administración catalana a estar operativa como si se tratara de un día laborable.
«La restauración de la Generalitat fue posible gracias a la Constitución de 1978. Es una falta de respeto que no cumplan con la festividad», explican fuentes de la administración a este periódico para expresar su malestar. Por su parte, desde el Departamento de Presidencia se limitan a confirmar que «mañana hay Govern normal» y no hay previsto ningún acto conmemorativo de dicha efeméride.
Desde el inicio del procés independentista, los sucesivos gobiernos autonómicos, así como varios ejecutivos municipales, han ido abandonado toda posición de decoro institucional al renunciar a ir a los actos oficiales de la Constitución. Ahora, el Ejecutivo en solitario de ERC, y pese a haber enterrado la vía unilateral, ha optado por mantener esta línea política de no sentirse interpelados por la Transición.
«Nada que celebrar»
«Nada que celebrar» es uno de los lemas que se usaba originalmente entre sectores del nacionalismo catalán para no celebrar el Día de la Hispanidad, el 12 de octubre, como muestra de rechazo a la conquista de América.
No obstante, este lema se ha extendido ahora en todos los aspectos involucrados con la Ley Fundamental y el régimen democrático originado en 1978 como una forma de censurar la Transición y al Estado, o de denunciar que la democracia española mantiene aspectos de su «herencia franquista».
En el Congreso se celebra este martes a las 10h el Acto de Izado solemne de la Bandera Nacional con motivo del Día de la Constitución, en homenaje a las Cortes Generales, organizado por el Estado Mayor de la Defensa. Y a las 12:30h, el Acto institucional por el Día de la Constitución.
Como viene siendo habitual en los últimos años, los representantes de los principales partidos nacionalistas con representación en las Cortes, PNV, ERC, EH Bildu o Junts per Catalunya, no acuden a estos actos. Pero no siempre fue así.
«Generalitat republicana»
Desde la llegada de ERC al frente de la Generalitat se ha acuñado una nueva nomenclatura que habla de la «Generalitat republicana», para desvincularla del Estado y como un proyecto de futuro. Durante su discurso de investidura, el president Aragonès prometió abrir «una nueva etapa» en Cataluña e «impulsar una nueva Generalitat republicana».
Más allá de estas palabras, la delegada del Gobierno de la Generalitat en Gerona, Laia Cañigueral, ha usado el concepto «Generalitat republicana» en comunicados oficiales a los funcionarios, tal y como publicó Vozpópuli en exclusiva.
Si se observa la web institucional del Govern, sitúan el origen de la institución en «la diputación General del siglo XIV-XVII» y respecto a la institución contemporánea hacen énfasis en la Mancomunidad (1914-1925) y «en la Generalitat instaurada dentro de la Segunda República». La restauración, explican, fue «facilitada por la subsistencia legal de una Generalitat en el exilio, paralela al dominio franquista en el interior».
Con todo, y mientras las escuelas y demás instituciones públicas mantienen en su calendario el 6 de diciembre como día festivo, el presidente Aragonès ha citado al Palacio de la Generalitat a todos sus consellers.
