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Cataluña declara la excepcionalidad hídrica para seis millones de habitantes

Amplía límites en el uso agrícola e industrial del agua en 224 municipios para hacer frente a una sequía de 29 meses

Cataluña declara la excepcionalidad hídrica para seis millones de habitantes

Embalse en Vilanova de Sau, Cataluña. | Ximena Borrazas / Zuma Press / ContactoPhoto

La consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, ha anunciado que Cataluña entra en la fase de excepcionalidad hídrica en el sistema Ter-Llobregat y el acuífero Fluvià-Muga, lo que supone ampliar límites en el uso agrícola e industrial del agua en 224 municipios con casi seis millones de habitantes, pero no implica restricciones en el agua de boca.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, Jordà ha defendido que el Govern actúa «de forma contundente y planificada» para hacer frente a una sequía de 29 meses, 11 meses más que la de 2008, las más grave en Cataluña hasta el presente. En este contexto, Jordà ha confirmado también que trasvasará el agua del pantano de Sau al de Susqueda, para evitar que los lodos del fondo del primer embalse, extremadamente vacío, empeore la calidad del agua que aún queda.

La situación ha sido analizada por la Comisión Interdepartamental de la Sequía y posteriormente por el Consell Executiu, y será mañana cuando el consejo de administración de la Agencia Catalana del Agua (ACA) aprobará la entrada en esta nueva fase de excepcionalidad. Es el nivel 4 sobre 5 de alerta por sequía y se decreta cuando los embalses de las cuencas internas están entorno al 25% (actualmente están al 28%), según señala EFE.

Esta fase sobre el sistema Ter-Llobregat, que abastece el Área Metropolitana de Barcelona, y sobre el acuífero Fluvià-Muga (Girona), incluye una serie de restricciones, como la reducción del 40% del agua para usos agrícolas o del 15% para usos industriales. También la reducción del agua para usos lúdicos, la prohibición del riego de zonas verdes -públicas o privadas- o la limpieza de calles con agua potable, entre otras medidas.

Asimismo, la fase de excepcionalidad incluye una reducción de la dotación de agua media por habitante cada día a 230 litros, frente a los 250 de la anterior fase de alerta, aunque siguen siendo niveles inferiores al consumo medio de los ciudadanos, por lo que a la práctica no afecta al agua de boca.

El Consell Executiu ha aprobado este martes un decreto ley pensado para agilizar penalizaciones de algunos posibles incumplimientos, como puede ser, ha explicado Jordà, la no presentación por parte de los municipios de planes de emergencia o la superación de caudales por parte de entidades suministradoras.

Cataluña también tiene embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro, que están al 30 % y que no son competencia de la Generalitat, y sobre los que Jordà ha expresado «preocupación», pues a su juicio «no se están haciendo los deberes ni se está siendo previsor». La consellera también ha pedido a los catalanes que ahorren agua, algo que no ha ocurrido en los últimos tiempos, sino todo lo contrario.

Por otro lado, Jordà ha resaltado que se han triplicado, hasta los 2 millones de euros, los ayudas de la ACA para proyectos para garantizar el agua, entre ellas la ejecución de obras de emergencia en infraestructuras hídricas o transporte de agua en camiones cisterna.

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