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Los alcaldes de Junts piden a la cúpula no romper el Govern antes de las municipales

Los ediles neoconvergentes piden mantener las Consejerías para «no bloquear inversiones» municipales ni ceder terreno a ERC

Los alcaldes de Junts piden a la cúpula no romper el Govern antes de las municipales

Crece la resistencia interna al pulso de Laura Borràs y Carles Puigdemont para que Junts per Catalunya abandone el Govern. Los alcaldes de Junts han transmitido a la cúpula del partido su negativa a romper con ERC. El motivo principal, según apuntan las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE, son las elecciones municipales del próximo mayo y la capacidad que hay de «desbloquear inversiones» desde las consejerías.

«A las puertas de las elecciones, los ediles saben que si tienes consejerías es más fácil desbloquear inversiones para tu pueblo», explican desde Junts. Como avanzó en julio este diario, el aparato neoconvergente, con Jordi Turull al frente, tampoco es partidario de salir del Ejecutivo a pesar de la cada vez más acentuada distancia con los republicanos.

La posición del los alcaldes cuenta también con el apoyo de Jordi Sánchez, secretario general de Junts. También Jaume Giró, consejero de Economía, es partidario de mantener los puentes con ERC y agotar la legislatura autonómica. Giró, que no militaba en el partido, tiene «cada vez más peso dentro del partido», añaden las mismas fuentes. Y públicamente ya cuestionó la hoja de ruta de la ANC de proclamar la independencia en el segundo semestre de 2023.

¿Consulta interna?

No obstante, la división interna de Junts, junto a sus pésimas relaciones con ERC, obligan a la dirección a tomar algún tipo de decisión. Las bases del partido, más afines a las posiciones maximalistas de Puigdemont y Borràs, empujan por romper cuanto antes, ya que consideran que los pactos de ERC con el Gobierno de Pedro Sánchez «legitiman la represión».

A juicio de la militancia, la lista de desavenencias entre ERC y Junts es cada vez más larga y, en consecuencia, deberían salir del Govern. Además, después de la manifestación de la Diada, donde los consejeros de Junts hicieron acto de presencia mientras sus socios en el Govern renunciaron a asistir, creen con más motivo que ha llegado el momento de soltar amarras.

Para frenar esta voluntad de ruptura, la cúpula de Junts ya barajó celebrar una «consulta interna» a medio plazo para preguntar a las bases sobre su continuidad en el Ejecutivo, pero temen la capacidad de movilización que todavía tienen Puigdemont y Borràs a nivel de militancia.

Captar alcaldes del PDeCAT

Después del divorcio con el PDeCAT, y a pesar de que Junts lograra mantenerse como fuerza hegemónica en el espacio de la derecha nacionalista, la cúpula es poco amante de las aventuras.

La alcaldesa Marta Madrenas y Jordi Puigneró

En la misma línea, los alcaldes que se inclinaron por las siglas de Junts -en detrimento de las del PDeCAT- quieren evitar riesgos antes de los comicios de mayo. Está en juego que ERC no gane poder territorial ni pacte con el PSC para echarles de estar al frente de los consistorios. Y la dirección secunda esta tesis: «Si queremos seguir captando alcaldes del PDeCAT hay que mantener un perfil responable», añade otra fuente.

Marta Madrenas, una de las primeras ediles más carismáticas de Junts, y muy próxima a Carles Puigdemont tampoco quiere aventuras políticas antes de los comicios. «Madrenas manda mucho en Gerona, no es ninguna marioneta de Puigdemont y tampoco quiere que se rompa el Govern», añaden a instancias de THE OBJETCIVE.

Junts y sus 300 altos cargos

Otra variable a tener en cuenta es que Junts cuenta con más de 300 altos cargos en la estructura pública de la Generalitat que quieren mantener sus posiciones. Cualquier renuncia sería ceder a ERC todas las ventajas de gobernar y marcar la agenda política.

La estrategia de Junts hasta la fecha ha sido la de presionar a ERC para recoser «la unidad del independentismo». Pero las corrientes internas que cierran filas con Laura Borràs piden ir más lejos.

El concejal Héctor López Bofill advertía el pasado 5 de julio en un mensaje en Twitter de que «un voto contra la presidenta del Parlament, Laura Borràs, y segunda autoridad del país por parte de ERC debe suponer el final del Govern y forzar al final de la legislatura. Los primeros que lo tenemos que tener claro somos los de Junts». Y después de la Diada consideran que se acumulan las razones para dar un paso al lado.

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