«Toparse de repente con la realidad de una sentencia judicial y de una violencia organizada en Cataluña significa un choque para el que Sánchez está singularmente mal equipado»
En cinco pasos, tratando de ser lo más pedagógico posible, voy a intentar demostrar por qué me parece que la decisión del Tribunal superior del Land Schleswig-Holstein, sobre la posible entrega de Carles Puigdemont por los delitos de rebelión y malversación, no es en realidad la consecuencia del escrutinio europeo de la judicialización del procés que viene denunciándose desde el independentismo y parte de la opinión pública española, sino un exceso de jurisdicción que pone en crisis el espacio judicial supranacional y el proceso de integración mismo.
Esta fotografía que ven estuvo a punto de no producirse. Un, seguramente, político ansioso de protagonismo casi da al traste con una operación policial que llevaba meses gestándose.