Salgamos a patinar
El día de Año Nuevo amanece distinto. El mundo puede ser el mismo, objetivamente hablando, pero la mirada personal cambia el color del cielo y enfría más la helada. Yo siempre pienso que es el día más frío del año, como si estrenáramos una casa extraña en el monte en la que aún no se ha encendido la calefacción.
