¿Por qué tu perro hace lo que hace? Comportamientos extraños que tienen una explicación científica

El vínculo emocional que existe entre perros y humanos es innegable. Miles de años de domesticación han estrechado la relación entre ambas especies, llegando al punto de poder comunicarnos solo con una mirada. Todo aquel que ha vivido con un can puede dar fe de lo profunda que es la conexión y de lo asombrosa que es la capacidad que tienen los perros de leer nuestras expresiones e interpretar nuestras emociones. A nosotros, en cambio, nos cuesta un poco más entenderlos.

¿Alguna vez te has puesto a pensar por qué tu perro inclina la cabeza cuando le hablas? ¿Por qué se revuelca en el suelo? ¿O por qué da varias vueltas antes de tumbarse? Todos estos comportamientos extraños tienen una explicación científica.

Hay excepciones, sí, y también hay perros excéntricos que más que rituales tienen manías. Pero por lo general, los comportamientos que no logramos explicar desde un punto de vista humano, responden a sus instintos más puros, a su herencia salvaje. Ahora pueden parecer tiernos o incluso graciosos, pero en algún momento de la historia, antes de que los perros fueran un miembro más en una familia de humanos, estos comportamientos jugaban un papel fundamental para la supervivencia de la especie. Ahora bien, ante cualquier conducta que se vuelva repetitiva o que cambie bruscamente en la rutina del animal se debe acudir siempre al veterinario ya que puede responder a alguna dolencia física como problemas de huesos, otitis, etc.

Si vives con un perro, seguro que te has preguntado alguna vez:

1. ¿Por qué se revuelca en el césped?

Hacer la croqueta en el parque es una forma de liberar energía, de jugar, por eso lo hacen cuando están tranquilos y se sienten seguros. Pero también puede ser una forma de rascarse la espalda, de refrescarse los días de mucho calor o de enmascarar su olor bien porque quieren desprenderse de algún aroma, por ejemplo después del baño, o porque quieren impregnarse del que haya dejado algún otro animal al pasar por ahí. Por extraño que parezca, es una forma de interacción social habitual entre canes.

 

2. ¿Por qué da varias vueltas antes de tumbarse?

Posiblemente, uno de los comportamientos extraños más comunes: los perros llegan a al sitio en el que van a descansar, caminan en círculo dos o tres veces, rascan un poco y se tumban. El objetivo, actualmente, es hacer que el espacio sea lo más cómodo posible, pero se trata de una conducta heredada de sus antepasados los lobos, quienes además de buscar confort lo hacían para asegurarse de que no había ningún peligro alrededor, además de marcar el territorio de cara a los otros integrantes de la manada.

3. ¿Por qué inclina la cabeza cuando le hablo?

Es difícil pensar en una imagen más conmovedora que la de un perro de mirada tierna con la cabeza inclinada mientras le hablamos. Aunque con frecuencia se interpreta como un gesto de confusión, de no entender lo que estamos diciendo, la realidad es que el objetivo es localizar con mayor precisión el origen del sonido. Además, al ladear la cabeza, la oreja que queda libre puede concentrarse mejor en el sonido que le interesa en ese momento: tu voz.

 

4. ¿Por qué sacude la pierna cuando le rasco la barriga?

Se trata de un reflejo incondicionado, una respuesta completamente involuntaria conocida como: reflejo de rascado. Cuando le acaricias el vientre a un perro, activas los nervios debajo de la piel, que a su vez están conectados a la médula espinal y transmiten un mensaje a los músculos de sus piernas para deshacerse, con movimientos bruscos, un intento de deshacerse de lo que sea que le esté haciendo cosquillas. Es el equivalente al reflejo rotuliano de los humanos.

5. ¿Por qué zarandea sus juguetes?

Sacudir con fuerza un objeto, es otro de los comportamientos extraños que responden a instintos, en este caso al de caza. Un instinto primario que los perros, independientemente de su estilo de vida, tienen todavía muy arraigado. En la naturaleza, después de cazar a un presa, el perro la zarandea para matarla y poder comerla. Hacerlo con peluches, cuerdas calcetines, etc es su forma de entrenarse mediante el juego. Lo que no significa que quiera salir a cazar, es solo una acción instintiva, está en su ADN, latente por si alguna vez tuviera que utilizarlo para sobrevivir.