THE OBJECTIVE
Madrid

El placer de fumar despacio: conoce el único club de habanos de Madrid

Un lugar donde el tiempo no importa. Fumar un buen puro requiere paciencia, dedicación y mimo

El placer de fumar despacio: conoce el único club de habanos de Madrid

La canción Chan Chan de Buena Vista Social Club suena de fondo –la voz de Ibrahim Ferrer es inconfundible– mientras una suave luz se cuela por los cristales e ilumina una estancia inundada por el aroma a buen tabaco. La gente habla, fuma y bebe cócteles en un salón en el que los sillones de cuero, las pequeñas palmeras de interior, las flores tropicales, los sombreros de paja toquilla –más conocidos como Panamá– y las lámparas vintage que desprenden luz cálida, confeccionan un escenario que recuerda a un bar de La Habana Vieja. El Club Pasión Habanos es un refugio, si no el único, para los amantes del habano –el mejor tabaco del mundo– en Madrid y todo lo que le rodea. Un club gratuito donde el tiempo no importa. Fumar un buen puro requiere paciencia, dedicación y mimo.

Aquí se viene a fumar. Lo deja claro la cava con más de 50 tipos de vitolas que se encuentra en el vestíbulo previo al gran salón que permite a los socios puedan disponer de sus cigarros en las mejores condiciones de humedad y temperatura.

Conoce el único club de habanos de Madrid, un pedacito de Cuba en la capital 3

El Club Pasión Habanos se encuentra en un lugar privilegiado, en pleno centro de Madrid y en la tercera planta del emblemático edificio Casa Gallardo, en la Plaza de España, que también alberga el conocido Club Allard, un restaurante con dos estrellas Michelin. Levantado entre 1911 y 1914 con la firma del arquitecto Federico Arias Rey, el edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1997. Una valiosa muestra arquitectónica que parte del art nouveau y en la que destaca la cúpula que corona la esquina del edificio y que muestra una gran ‘G’ dorada en honor al apellido de las primeras propietarias.

Conoce el único club de habanos de Madrid, un pedacito de Cuba en la capital 1

Con algo más de 100 metros cuadrados y capacidad para casi medio centenar de personas, el Club Pasión Habanos es un club privado de fumadores sin ánimo de lucro que reúne a los amantes de los puros habanos. «Un lugar donde poder disfrutar nuestra pasión junto a otras personas que sienten lo mismo que nosotros», aseguran. Para ser socio basta con apuntarse en la web o en la sede física, sin coste alguno.

El club organiza con asiduidad maridajes a precios muy asequibles –20 euros–, degustaciones exclusivas para socios en las que las mejores vitolas cubanas se unen a bebidas de calidad excepcional o a los sutiles matices del chocolate o del caviar.

Conoce el único club de habanos de Madrid, un pedacito de Cuba en la capital 2

Por ejemplo, uno de los últimos maridajes fue el del ron venezolano Diplomático combinado con uno de los Robustos más desconocidos del vitolario de Habanos, Ramón Allones Specially Selected. Una cata en la que los socios, tras pagar 20 euros, pudieron probar uno de estos habanos y tres variedades diferentes del ron, todo ello guiados por José Andrés Colmena, Brand Ambassador de Habanos.

Conoce el único club de habanos de Madrid, un pedacito de Cuba en la capital 4

Un club de fumadores clásico que no olvida a su público más joven. Con frecuencia celebran Añejados 30, unas sesiones que invitan a los paladares más jóvenes a disfrutar del Habano. Exclusivas para socios de entre 18 y 35 años, al igual que en sus sesiones tradicionales, ofrecen degustar una buena vitola acompañada de cócteles elegidos para cada ocasión, pero a un precio menor, 12 euros.

Conoce el único club de habanos de Madrid, un pedacito de Cuba en la capital 5

El arte de torcer un puro habano

Torcer un puro es un arte. Un trabajo manual que apenas ha cambiado en los últimos dos siglos. Cuba es el lugar donde se cultiva el mejor tabaco del mundo y donde se elaboran los puros más codiciados, los habanos.

El riguroso y complejo proceso de elaboración del tabaco comienza con la siembra y acaba con el sellado del envase de los puros, tras recorrer el largo camino que va desde la curación y la fermentación al añejamiento y la selección.

Los torcedores son un pieza fundamental en la elaboración de un buen puro. Valiéndose únicamente de una tabla de madera, una guillotina y resina incolora e inodora, de su habilidad depende el acabado del cigarro. Hay cuatro categorías de torcedores, en función de su experiencia y profesionalidad. Sólo al de mayor categoría se le permite confeccionar los habanos de mayor tamaño y de mayor complejidad. En la actualidad, la mayoría de los torcedores cubanos son mujeres.

Conoce el único club de habanos de Madrid, un pedacito de Cuba en la capital 6

Así nos lo explica el torcedor cubano Blas Llanes, que a sus 50 años, lleva media vida dedicándose a la industria del tabaco en Cuba. Primero como veguero en las plantaciones de tabaco y ahora como torcedor de máxima categoría. Para este experimentado torcedor lo mas importante es la ligada, es decir, el número y clase de hojas que se usan para la elaboración del puro y que es única para cada tabaco. Hay tres tipos de fortaleza: el bolado, que da la combustión, el seco, que da el aroma y el ligero, que da el sabor. «En función de si quieres un tabaco más fuerte o no, se escoge la ligada».

Después de liar las hojas de la tripa, prensarlas y colocar el capote, el torcedor corta la capa con una guillotina, la enrolla y termina el habano sellando la hoja con la resina. En un día, un buen torcedor, puede elaborar entre 60 y 150 habanos de esta manera, dependiendo del tamaño y la complejidad de su forma. El torcido es la última fase y no es nada fácil. Aquí es donde entran las manos maestras de los especialistas como Blas, que le dan ese toque final antes de que llegue a las manos de los sibaritas del buen fumar.

Blas trabaja en la fábrica de cigarros Premium de Tabacuba, en el conocido Hoyo de Manicaragua, nombre que significa “tierra de valientes” en el dialecto de los aborígenes siboneyes que poblaban la isla, es una conocida zona de vegas tabaqueras situada a unos 300 kilómetros de La Habana y a otros 36 kilómetros de Villa Clara, capital de la provincia. En esta fábrica laboran 150 trabajadores de los que unas 90 son mujeres y el resto hombres.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D