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Madrid

Cada hora, un alumno universitario que sí encuentra su TFM le da una lección a Cifuentes

El usuario de Twitter Melerio ha creado la cuenta Colega, dónde está mi TFM. Su objetivo es publicar cada hora un trabajo de máster de un alumno universitario español hasta que la presidenta enseñe el suyo.

Cada hora, un alumno universitario que sí encuentra su TFM le da una lección a Cifuentes

Hacer un TFM es, en general, un suplicio. Es algo costoso, que requiere muchísimas horas de trabajo, esfuerzo y concentración. Quien estuvo horas encerrado en casa corrigiendo hasta el último detalle mientras sus amigos se iban a tomar cañas, lo sabe. Seguro que lo saben los 147.587 alumnos que se matricularon en un máster en 2011, según datos del informe La Universidad Española en cifras realizado por la CRUE, y que para recibir el título oficial tuvieron que entregar este cotizado documento. La que no tenemos constancia si lo sabe es la presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes, porque —según dice— no lo encuentra.

Para recordárselo, el usuario de Twitter Melerio ha creado la cuenta Colega, dónde está mi TFM. Su objetivo es publicar cada hora un trabajo de máster de un alumno universitario español hasta que la presidenta enseñe el suyo. Esta cuenta funciona como un bot que elije cada trabajo de forma aleatoria de los repositorios donde los tienen colgados las universidades. Ya hay trabajos de arte, economía, política, paleontología… de decenas de alumnos, pero no El sistema de reparto competencial en materia de seguridad ciudadana de la presidenta.

 

 

 

 

El escándalo comenzó el 21 de marzo, cuando eldiario.es publicó las primeras pruebas de que Cifuentes había falsificado las notas de su máster en Derecho Autonómico de la universidad pública Rey Juan Carlos. Según estos documentos, Cifuentes tenía dos asignaturas a las que no se había presentado en 2012 que aparecían como aprobadas en 2014 sin haber realizado ningún examen de por medio. Una de ellas era el famoso Trabajo de Fin de Máster, ese que los alumnos no pueden entregar a no ser que tengan todas las asignaturas aprobadas y que Cifuentes presentó, según su propios documentos, en julio de 2012 con una asignatura sin presentar.

Desde ese día se han sucedido las pruebas que acorralan a la presidenta: las firmas de las profesoras que ratificaban el acta de presentación del TFM estaban falsificadas; Cifuentes se matriculó tres meses después de que se cerrara el plazo, y defendió el TFM el mismo día que coordinaba un amplio dispositivo policial por la celebración del título de la Eurocopa como delegada del Gobierno.

Mientras Cifuentes busca cómo salir de este callejón burocrático, en Twitter seguirán recordándole cada hora que miles de universitarios españoles sí tuvieron que entregar su TFM.

 

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