Un reloj que no se atrasará en los próximos 15.000 millones de años. Científicos del Instituto Nacional del Estándares y Tecnología incorporan mejoras al reloj atómico de estroncio que le permiten alcanzar una precisión hasta ahora inimaginable.
Un reloj que no se atrasará en los próximos 15.000 millones de años. Científicos del Instituto Nacional del Estándares y Tecnología incorporan mejoras al reloj atómico de estroncio que le permiten alcanzar una precisión hasta ahora inimaginable.