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Muere Ernesto Cardenal, el poeta revolucionario de Nicaragua, a los 95 años

El poeta murió de un paro cardíaco, tras ser hospitalizado el miércoles pasado por cansancio y problemas respiratorios derivados de una descompensación generalizada

Muere Ernesto Cardenal, el poeta revolucionario de Nicaragua, a los 95 años

El poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal, protagonista de la revolución sandinista y crítico del gobierno de Daniel Ortega, ha muerto este domingo a los 95 años tras sufrir una descompensación generalizada en un hospital de Managua. «Murió hoy, se nos fue en paz absoluta, no sufrió dolor», confirmó durante el domingo a AFP Luz Marina Acosta, asistente de Cardenal por más de 40 años, hasta su fallecimiento.

El poeta murió de un paro cardíaco tras ser hospitalizado el miércoles pasado por cansancio y problemas respiratorios derivados de una descompensación generalizada, ha precisado.

«Sus órganos comenzaron a fallar (..) murió como un pajarito, se apagó poco a poco», ha comentado Acosta, quien ha confiado que el poeta dijo estar «listo» a las personas que estuvieron junto a él el sábado, antes de quedar inconsciente.

«La única esperanza para mí ante este final (..) es la creencia en la resurrección. Tengo una profunda fe en otra vida», ha afirmado Cardenal a AFP cuando cumplió 93 años.

El 25 de enero, el célebre escritor de obras como Hora Cero, El Evangelio de Solentiname y Oración por Marilyn Monroe y otros poemas, había celebrado sus 95 años con buena salud y en plena creación de nuevas obras.

Su muerte se produjo un año después de que el Papa Francisco le revocara al sacerdote la «suspensión a divinis», aplicada por Juan Pablo II, por su militancia política con la pasada revolución sandinista (1979-1990).

«Legado de integridad» 

Con la eterna boina negra de guerrillero y la camiseta de algodón, blanca como su cabello, la imagen de Cardenal está asociada a una vida de sencillez.

Su imagen dio vuelta al mundo en 1983, cuando en su primera visita a Nicaragua, el Papa Juan Pablo II lo amonestó en público por trabajar con el gobierno revolucionario. Fue «injusta la reprimenda del Papa», consideró Cardenal en su libro La Revolución Perdida.

Algunas de las obras de Cardenal fueron traducidas a más de 20 idiomas y fue nominado para el premio Nobel de Literatura cuatro veces desde 2005.

«Como sacerdote y ciudadano deja un legado de integridad, ética en su compromiso con la justicia, y como poeta deja una obra monumental que lo convirtió en una de las grandes figuras innovadoras de la poesía en Hispanoamérica», ha escrito el periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro en Twitter.

Cardenal, quien se definía a sí mismo como «poeta, sacerdote y revolucionario», fue un gran defensor de la teología de la liberación.

Murió tras «una vida de entrega a la poesía y a la lucha por la libertad y la justicia», ha expresado la escritora y poetisa Gioconda Belli, en la red social.

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, premio Cervantes 2017, lo definió como «un guía moral, un modelo literario».

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