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Política

'Chanelazo' a la izquierda

«Los podemitas, nacionalistas, sindicatos y compañía no tuvieron más remedio que aplaudir el chanelazo a la izquierda canceladora»

‘Chanelazo’ a la izquierda

Chanel. | Yara Nardi (Reuters)

La ganadora moral de Eurovisión, Chanel Terrero, lleva cinco meses sufriendo los ataques de la izquierda moralista y canceladora. Su tercer puesto en Eurovisión, el mejor de España en 27 años, le ha llevado a los altares populares pese a las críticas recibidas por su puesta en escena, la letra de la canción o su vestuario. 

A finales de enero, Unidas Podemos llevaba al Congreso de los Diputados el proceso de selección de Chanel como representante española en Eurovisión y su canción SloMo; cinco meses después, la cantante de origen cubano se hace con el tercer puesto tras una actuación arrolladora y, sorpresa, con tuits de aclamación de la vicepresidenta del gobierno, Yolanda Díaz: «Pase lo que pase @ChanelTerrero ya eres ganadora. No es fácil ver algo así sobre un escenario. Ha sido memorable, historia de #Eurovision». Así es este gobierno, un día dice «a» y al siguiente «e», todo en función de cómo sopla el viento del pueblo. 

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) también registró una iniciativa ante el Congreso para pedir explicaciones a TVE y denunciar que las Tanxugueiras fueron penalizadas por cantar en gallego. Francia presentó a Eurovisión una propuesta similar a la de las gallegas, pero el grupo Alvan & Ahez, que cantó en bretón, pasó con más pena que gloria por el festival. 

Comisiones Obreras no se quedó atrás en poner en duda a la victoria de Chanel en el Benidorm Fest, al pedir a RTVE «dejar sin efecto» la elección de la canción que representaría a España en Eurovisión, porque las presuntas irregularidades eran importantes. También el PP se apuntó a la fiesta ya que seis de sus senadores, dos de ellos gallegos, presentaron cinco cuestiones al gobierno sobre el sistema de votaciones para elegir representante español en el Festival. 

La primera en politizar Eurovisión fue la ministra de Igualdad, Irene Montero, que un día antes de que se decidiera quien iba a representarnos en el concurso, utilizó en un mitin la canción Ay mamá de Rigoberta Bandini como lema feminista. Su partido también lo hacía horas antes del Benidorm Fest en apoyo de la cantante catalana. Politizar la elección de la representante de Eurovisión les salió por la culata con la victoria de Chanel. Aun así, la artista se convirtió en blanco de todas las críticas en las redes sociales, de las que tuvo que salir, y su caso acabó en el Congreso de los Diputados. 

El exministro de Cultura y presentador del Benidorm Fest, Máxim Huerta, ayudó a caldear más el ambiente cuando en una televisión nacional comentó que el jurado internacional del festival no había apoyado la candidatura de la cantante, aunque pidió respeto para ella en las redes sociales.

El PSOE también acusó en sede parlamentaria a SloMo de promover la prostitución y RTVE se llegó a plantear un cambio de letra en Eurovisión, aunque las posibles acusaciones de censura pudieron revertir esa decisión que el ente público nunca llegó a tomar. Y para rematar la faena, los movimientos antitaurinos tampoco quisieron dejar pasar la oportunidad para criticar la chaqueta goyesca diseñada por Palomo Spain que la cantante lució en la final del festival de Eurovisión. 

Que Chanel utilizara un estilo latino como el reggaeton, que triunfa entre los más jóvenes, tuvo sus críticas; al igual que su coreografía y vestuario a lo Beyoncé. Las únicas que durante estos meses estuvieron a la altura fueron las rivales de la ganadora en el Benidorm Fest, tanto las Tanxugueiras como Bandini estuvieron de su lado desde que fue elegida como representante para Eurovisión hasta el día de su actuación estelar ante millones de espectadores. Al final los artistas se reconocen y respetan entre sí. Si fuera por los «canceladores» de la política ni Wagner ni Bowie ni Loquillo y los Trogloditas hubieran llegado nunca a nuestros oídos. 

Pese al bullying político, Chanel se sobrepuso a todas las críticas y presiones con gran profesionalidad. La artista lleva años de carrera como bailarina, cantante de musicales y actriz. Pero ser joven, sonriente, educada, bailar como Jennifer López y cantar a la vez de manera impecable parece que no es políticamente correcto en la España de hoy. Su actuación en Eurovisión ha echado por tierra todos los ataques que ha recibido estos meses. 

Un show de altura, ejecutado a la perfección, catapultó a Chanel a lo más alto del podio eurovisivo, mientras que los podemitas, nacionalistas, sindicatos y compañía no tuvieron más remedio que aplaudir el chanelazo a la izquierda canceladora.

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