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Tras décadas de crecimiento, el hielo de la Antártida se reduce a gran velocidad desde 2014

Por el momento, los científicos desconocen por qué el hielo creció durante tanto tiempo ni por qué se está derritiendo desde el año 2014, aunque existen varias hipótesis

Tras décadas de crecimiento, el hielo de la Antártida se reduce a gran velocidad desde 2014

Desde el año 2014 hasta 2017 la capa de hielo de la Antártida perdió dos millones de kilómetros cuadrados y pasó de situarse en su máximo registrado a tocar un mínimo, según un estudio estadounidense que ha cuantificado la vertiginosa velocidad de la reducción de la capa de hielo desde 2014, que marcó un punto de inflexión.

Los científicos ya sabían que la Antártida se estaba derritiendo cada vez más rápido, como el hielo del Ártico, debido al agua cada vez más copiosa de los glaciares, que también se funden aceleradamente. Sin embargo, durante décadas habían un fenómeno a la vez tranquilizador e intrigante: la superficie de la banquisa, es decir, la gruesa capa de hielo que flota en el océano, crecía.

Esta capa de hielo se derretía entre enero y marzo y se recuperaba entre julio y septiembre en un principio, pero con el tiempo tendió a crecer en todas las estaciones, según la reconstrucción hecha por la climatóloga Claire Parkinson, del Centro Espacial Goddard de la NASA, de los años entre 1979 y 2018.

En este estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, se muestra que a partir de 2014 este crecimiento se detiene y cada vez hay menos banquisa. “En solo tres años, la Antártida ha perdido hielo como el Ártico en todo el periodo”, ha explicado Parkinson a AFP. Esta tendencia de pérdida de la capa de hielo aparentemente continúa en el año 2019, según explica la climatóloga.

Por el momento, los científicos desconocen por qué el hielo creció durante tanto tiempo ni por qué se está derritiendo desde el año 2014, aunque existen varias hipótesis que tienen en cuenta el agujero de ozono, los vientos, las corrientes o la temperatura de las aguas profundas.

«En mi opinión, ninguna hipótesis es correcta», ha dicho Douglas Martinson, oceanógrafo de la Universidad de Columbia, a AFP. El científico advierte que comparar el Ártico y la Antártida equivale a «comparar manzanas y camiones militares», pues el Ártico es un océano rodeado de tierra, mientras que la Antártida es un continente rodeado de océanos, donde los icebergs están menos presionados.

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