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Un niño de la familia LeBaron caminó 23 kilómetros para buscar ayuda tras la matanza

El chico, de 13 años, escondió a seis de sus hermanos en los arbustos tras el brutal ataque

Un niño de la familia LeBaron caminó 23 kilómetros para buscar ayuda tras la matanza

Uno de los niños que sobrevivió al brutal ataque a la familia LeBaron en México tuvo que caminar 23 kilómetros para encontrar ayuda, según ha relatado la familia. El chico, de 13 años, escondió a seis de sus hermanos en los arbustos tras la matanza.

Ocho niños sobrevivieron a la ofensiva del lunes en el norte de México en la que murieron tres mujeres y seis niños. Cinco de los menores de edad tienen heridas de bala, según han informado los medios estadounidenses. Las víctimas son miembros de la comunidad mormona que se estableció en los estados fronterizos desde hace casi un siglo.

El ministro de seguridad de México ha dicho que el grupo podría haber sido atacado accidentalmente como resultado de una identidad equivocada. Sin embargo, miembros de la familia han dicho que la comunidad, conocida por hablar sobre la violencia del cártel, ya había recibido amenazas en el pasado.

El convoy de tres vehículos de la familia LeBaron sufrió una emboscada. Una de las camionetas, en la que viajaban Maria Rhonita Miller, de 30 años, sus gemelas Titus y Tiana, de ocho meses, Howard Jr, de 12 años, y Krystal, de 10 años, explotó tras los continuos disparos. Todos los ocupantes murieron.

Otro vehículo estaba ocupado por Christina Langford Johnson y su bebé de siete meses, Faith. Christina salió del vehículo con las manos en alto para pedirles a los atacantes que dejaran de disparar, pero fue abatida a tiros, según los testigos. Antes de salir había dejado la sillita de bebé en el suelo del vehículo para evitar que se viera. 11 horas después del ataque, los servicios de recate encontraron a Faith sana y salva en el vehículo.

En la tercera camioneta viajaban Dawna, de 43 años, y nueve de sus hijos. Los disparos acabaron con su vida y con la de dos de los pequeños, uno de 11 y otro de dos años. Tras ver los asesinatos de su madre y de dos de sus hermanos, Devin Langford, de 13 años, escondió a sus otros seis hermanos entre los arbustos y los cubrió con ramas.

Cinco de ellos habían recibido disparos: Kylie, la mayor de 14 años, tenía un tiro en el pie; Mckenzie, de nueve, en el brazo; Cody, de ocho, en la mandíbula y en la pierna, está en estado grave pero a salvo; Xander, de cuatro años, recibió un tiro en la espalda, y Brixon, de nueve meses, en el pecho y en la muñeca.

Como su hermana mayor no podía caminar, Devin anduvo durante seis horas hasta la base de la comunidad en La Mora, escribió Kendra Lee Miller, pariente de la familia, en Facebook.

Como Devin no volvía, Kylie mandó a su hermana McKenzie, de nueve años, a que fuera en busca de ayuda. Estuvo cuatro horas caminando en la oscuridad. Fue más tarde encontrada por los servicios de rescate.

Después de que Devin llegó a La Mora, los miembros de la comunidad se armaron, con la intención de salir a la escena del tiroteo. Pero decidieron esperar refuerzos después de «darse cuenta de que arriesgarían la muerte, ya que había habido disparos continuos durante horas, en todas las montañas cerca de La Mora», ha dicho Miller.

El estado de Sonora en el norte de México está siendo combatido por dos grupos rivales, La Línea, que tiene vínculos con el cártel más grande de Juárez, y Los Chapos, que forma parte del cártel de Sinaloa.

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