Comienza retirando la piel de un limón o una naranja, el cítrico que prefieras, procurando no llevarte la parte blanca, ya que amarga y puede arruinar el sabor final.
Para hacerlo con precisión, utiliza un cuchillo bien afilado o un pelador y ve con cuidado. Si por error incluyes algo de blanco, simplemente recórtalo antes de usar la piel.
Vierte la leche en la olla junto con la piel del cítrico y una rama de canela, tapa y programa una hora en alta para infusionar.
Pasado ese tiempo, incorpora el arroz, mejor si es de grano corto porque resulta más tierno y absorbe mejor la leche.
Remueve bien, vuelve a tapar y deja que cueza otra hora en alta.
Tras estas dos horas de cocción, añade el azúcar y mezcla bien para que se integre.
Si ves que necesita más leche, agrégala en este momento, tapa y programa una tercera hora en alta.
Una vez listo, añade la mantequilla si quieres darle un extra de cremosidad y remueve con suavidad.
Sirve el arroz con leche templado o frío, espolvoreado con azúcar por encima, que puedes caramelizar con un soplete si lo deseas.