Audrey Limbioul trabajaba en una casa de fragancias en Barcelona y viajaba con frecuencia a Oriente Medio. Allí descubrió algo que captó su atención: los perfumes con base de agua que –¡ojo!– duraban en la piel tanto como uno normal (con base de alcohol). Allí llegaron por motivos religiosos –nada de alcohol, ni siquiera en la piel–, y ella, que tiene la piel hípersensible y los perfumes tradicionales no le acababan de funcionar, vio en esa coincidencia una solución y una vía de negocio. Cada uno, sus razones.
Ya en España, investigó. Y se encontró con que, si querías un perfume sin alcohol, tenías que oler a bebé. Eso que conocemos con ‘agua de colonia’ o los sprays para el cuerpo que duran, nada, media hora escasa, porque no tienen suficiente aceite en su composición. Había, pues, un vacío y Limbioul –a la que echaron de esa casa de fragancias en 2020, por la pandemia– decidió llenarlo. Así nació The Water Brand, una marca de perfumes a base de agua, pero con una concentración de aceite suficiente –del 15% mínimo– para que su esencia impregne la piel durante el tiempo suficiente.
¿Por qué nadie había hecho esto antes?, se preguntó ella (y le preguntamos nosotros). Bueno, pues por los motivos habituales: requiere más tiempo, más dinero y un cambio de paradigma. «No todos los aceites funcionan con base de agua, a veces se descompone la fórmula y pierde duración. Es cuestión de mucha prueba y mucho error», explica.
En la otra cara, los beneficios: para pieles sensibles, lo que ya comentábamos. El alcohol reseca la piel y la hace más sensible al sol, potenciando las manchas. Además, se evapora con el calor corporal y, cuando lo hace, se evaporan también los aceites, y esto es fatal para personas con problemas nasales, como la rinitis o la alergia. También están, claro, esas personas alérgicas al alcohol, que también tienen derecho a llevar un perfume que dure, ¿no? Y, por último, un ‘pro’ para la cartera: –con los perfumes tradicionales, se pierde mucho de la botella porque se evapora– y otro para el olfato –el perfume a base de agua no tiene ese primer olor a alcohol y se percibe mejor la base de fondo, el corazón y las notas de salida–.
Hasta ahora, han creado dos fragancias: Bossa Wood, más amaderado y especiado, y Tropica, más frutal y floral. El más vendido esta temporada, según nos cuenta Limbioul. Son veganos, no están testados en animales, «aunque eso ya se da por sentado», añade Audrey.
Además de la tradición y la costumbre –barreras, ya sabemos, difíciles de superar–, The Water Brand se encontró con otra: ¿Cómo vender perfumes online, es decir, sin olerlos? Con cada pedido, viene una botellita de 1ml para probar el olor. Si no es del agrado del cliente, puede devolver su perfume sin costes. Cada quien hace sus barreras tan altas como quiere.
