Iberdrola es una de las compañías energéticas pioneras en todo el mundo en cuanto a las apuestas por las energías renovables en España. Su modelo de negocio ha centrado sus esfuerzos en un segmento que resulta fundamental para abastecer los hogares de todo el país: la fuerza del viento, la energía eólica.
Para ocupar este liderazgo hace falta una infraestructura suficiente. Con más de 15.000 aerogeneradores en funcionamiento en 415 emplazamientos de 14 países, la compañía logra producir unos 20.700 megavatios (MW), aunque espera lograr otros 4.000 adicionales gracias a la fase de ampliación en la que se encuentra.
Esta supone una apuesta por la energía verde sin igual. Cuando las iniciativas que se encuentran en fase de desarrollo entren en operación, la compañía contará con una potencia eólica instalada capaz de suministrar energía limpia al equivalente a más de 12 millones de personas y evitará la emisión a la atmósfera de unos 43 millones de toneladas de CO 2 .
Las actividades de Iberdrola no se limitan tan solo al territorio nacional, ya que gestiona parques eólicos repartidos en tres continentes, en su gran mayoría instalaciones terrestres. Estados Unidos es el país con mayor generación procedente de este recurso renovable, con 8.000 MW (un 41% del total). Le sigue España que, con 6.100 MW en operación, concentra un 31% de la potencia eólica del grupo, y Reino Unido, con 2.000 MW (10%).
Los proyectos marinos centran el futuro de Iberdrola
Al igual que el grupo Iberdrola fue pionero en el impulso de la energía eólica terrestre hace más de dos décadas, la compañía encabeza hoy el desarrollo de la eólica marina, una de las claves del crecimiento de la compañía, por el que inició su apuesta hace ya 15 años.
Así, de los 4.000 MW mencionados que actualmente se encuentran en construcción, más de 2.500 MW (un 65% de los mismos) corresponden a proyectos marinos.
Entre ellos, se está desarrollando una iniciativa pionera en uno de los países más importanyes a nivel energético en todo el mundo: el que será el primer parque eólico a escala comercial en Estados Unidos, Vineyard Wind 1 (806 MW). En este país, la compañía promueve también Park City Wind (804 MW).
En Europa, el grupo cuenta con dos importantes proyectos offshore en desarrollo: Baltic Eagle (476 MW), en Alemania – que formará parte del mayor programa eólico marino del mar Báltico, con 1.100 MW— y Saint-Brieuc (500 MW) en la Bretaña francesa.
Francia, uno de los puntos estratégicos de Iberdrola
Este último trabajo es uno de los más destacados de la empresa. Este será el primer gran parque de energía eólica marina del grupo en Francia, con casi 500 MW de capacidad y generando energía limpia suficiente como para satisfacer el consumo de 835.000 personas a partir de 2023, cuando entrará en acción.
Para realizarlo, se ha contado con la ayuda y el apoyo de la compañía española Navantia-Windar. Ambas compañías suman contratos por un valor superior a los 1.000 millones de euros, incluyendo la adjudicación a Windar de las piezas de transición de los parques eólicos marinos más importantes del territorio continental.
El proyecto colabora con el fomento del empleo de Navantia y Windar en sus respectivas instalaciones, ya que supone la generación de 1.250 trabajos directos en Avilés y Fene. Además, a raíz de este contrato, Navantia-Windar ha abierto una nueva planta en Francia, donde se han fabricado los 186 stabbings y plataformas intermedias de las piezas de transición, y la estructura de celosía para 34 de las 62 estructuras del parque, generando otros 250 empleos de los 1.500 que este proyecto ha provocado.
Situado a unos 16 kilómetros de la costa, la planta de Brest de la compañía energética contará con una superficie de 75 kilómetros cuadrados y su construcción supone una inversión global de cerca de 2.500 millones de euros, una parte de los 4.000 millones que Iberdrola espera invertir en el país hasta 2025, principalmente en proyectos renovables.
La planta se convertirá en el cuarto parque eólico marino de la compañía en funcionamiento, tras West of Duddon Sands, ubicado en el mar de Irlanda; Wikinger, en el mar Báltico; e East Anglia ONE, uno de los desarrollos eólicos marinos más grandes del mundo, situado en la zona sur del mar del Norte.
El futuro que mueve el viento
La apuesta por la eólica marina se reforzará en los próximos años. Para ello, Iberdrola cuenta con una cartera de proyectos de más de 43.000 MW, de los que casi 30.000 MW —un 67% del total— corresponden a desarrollos marítimos. De esta forma, el grupo confirma su liderazgo global en esta tecnología, estando muy por delante de sus principales competidores.
Centrado en países con objetivos renovables ambiciosos, la compañía cuenta con proyectos en Alemania, Japón, Suecia, Irlanda, Polonia, Taiwán y Filipinas con 15.300 MW de potencia conjunta. Además, cuenta con iniciativas en Estados Unidos, que alcanzan los 3.700 MW y Reino Unido, que superan los 10.000 MW.
La apuesta pionera del grupo Iberdrola por una estrategia de crecimiento sostenible basada en promover la electrificación de la economía a través de la inversión en energías renovables, redes eléctricas y almacenamiento energético le ha permitido convertirse en un líder energético global, en la primera de su sector en Europa, con una capitalización de unos 65.000 millones de euros.
