La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, más conocida como COP27, se celebra en Sharm el Sheikh (Egipto) bajo el lema «Juntos para la implementación», con la vista puesta en renovar y extender los acuerdos alcanzados en el histórico Acuerdo de París.
La última COP26 celebrada en Glasgow en noviembre de 2021 certificó que nos encontramos ante una década crítica en la que es imprescindible una mayor acción, así como el cumplimiento de los compromisos alcanzados. Por ello, la COP27, que se celebra del 6 al 18 de noviembre, supone un punto de inflexión en el enfoque de la agenda climática internacional. Esta cumbre está considerada como la «COP de la acción», así como «la COP africana».
Juntos para la implementación
El lema de la COP27, «Juntos para la implementación», ya pone el foco en que una de las prioridades de esta Cumbre del clima 2022 es la necesidad de actuar y pasar de las promesas y anuncios a los resultados y acciones concretos sobre el terreno. Así la propia presidencia de la cumbre ha dejado claro que los principales temas de la COP27 son la implementación, la financiación, la mitigación, la adaptación, las pérdidas y los daños y la cooperación.
Cuatro ámbitos
Según Gonzalo Saenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola, participante en la COP27, esta es una cumbre «diferente, una cumbre más social, más centrada en los países del sur y más reivindicativa».
Los grandes anuncios en el comienzo de la COP27 se han agrupado en torno a cuatro ámbitos:
Por un lado, el grupo de expertos del Secretario General de Naciones Unidas ha presentado su informe de recomendaciones para reforzar la integridad ambiental de los objetivos empresariales de emisiones netas nulas, entre las que destacan la reducción al máximo y cuanto antes de las emisiones propias y el uso de créditos de carbono –un mecanismo internacional de descontaminación para reducir las emisiones contaminantes al medio ambiente– solo para residuales y nunca para sustituir es esfuerzo en reducciones de emisiones propias.
Por otro lado, se han lanzado numerosas iniciativas para reforzar la adaptación, por lo que la presidencia de la COP27 ha lanzado la Agenda de Adaptación para aumentar la resiliencia climática de 4.000 millones de personas para 2030.
Además, se han presentado importantes iniciativas en torno a los mercados voluntarios de carbono, como la que pretende ampliar la participación de África en los mercados voluntarios de carbono estableciendo una ambición para el continente y desarrollando una hoja de ruta de programas de acción que se aplicarán en los próximos años para cumplir esa ambición.
Por último, la Unión Europea, con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen a la cabeza, ha liderado mensajes muy ambiciosos en torno a financiación climática y ha promovido (adhiriéndose e invitando a otros) alianzas en torno a reforestación y materias primas (minerales raros), especialmente importantes para la transición energética.
