Diana es boliviana y en su país le engañaron para que viniera a España donde la convertirían en cantante de éxito. En Madrid fue encerrada, esclavizada sexualmente y obligada a hacer trabajos domésticos hasta que logró escapar y pedir ayuda. Este es el testimonio que protagoniza la campaña para alertar de la trata de personas que han lanzado la Fundación Mutua Madrileña y el Proyecto Esperanza.
El apoyo a la erradicación de la trata de personas es un vértice más de todos los que incluye el Programa 360 de lucha contra la violencia de género, que Mutua Madrileña y su fundación pusieron en marcha hace diez años y que trabaja activamente para poner fin a esta lacra.
Proyecto Esperanza, vinculada a las Religiosas Adoratrices, está especializada en la atención y ayuda integral a mujeres víctimas de trata y se ha unido a la Fundación Mutua Madrileña para alertar de este grave delito y de la grave violación de derechos humanos que supone.
En los últimos cuatro años, el Teléfono 24 horas de Proyecto Esperanza ha recibido cerca de mil llamadas de personas, autoridades y entidades sociales que han recurrido a la entidad en busca de ayuda para mujeres que estaban en una posible situación de trata con fines de explotación. El perfil de la víctima es una mujer joven procedente mayoritariamente de América Latina o África, según los datos del informe de víctimas de trata en España publicado recientemente por la Fundación Mutua Madrileña y Proyecto Esperanza.
«El informe refleja la enorme diversidad de la trata. Nos ofrece una visión que nos ayuda a entender que no hay un único perfil de víctima y que hay una gran diversidad en cuanto al origen, la edad e incluso al nivel socioeconómico y educativo. Por eso hay que tener una mirada muy abierta y atenta para entender la trata en todas sus formas», explica Marta González, de Proyecto Esperanza.
La trata en cifras
Limitándonos solo al último año, Proyecto Esperanza detectó 136 casos de víctimas de trata, de las cuales 126 eran mujeres, 2 varones y 6 menores a cargo de sus madres.
Seis de cada diez casos registrados (61%) fueron captadas y explotadas para fines sexuales.
«Además de fines de explotación sexual en prostitución, también hemos atendido víctimas para otras finalidades de trata como la explotación laboral, en servicio doméstico o salones de belleza, el matrimonio forzado o la criminalidad forzada», explica Marta González, que asegura, además, que el Grupo de Expertos contra la Trata (GRETA) del Consejo de Europa cree que «existe una infradetección de casos para estos otros fines de trata».
Otros datos del informe reflejan que un 72% de las víctimas tenía menos de 24 años en 2018, un porcentaje que se ha ido reduciendo hasta el 55% en 2021. En cuanto al origen de las víctimas atendidas, tras la procedencia mayoritaria de América Latina (50,9%), le sigue África, con un 44% de las personas atendidas. Colombia y Nigeria fueron los principales países de origen, seguidos de Venezuela y Camerún.
Un 9,5% de los casos fueron de trata interna; es decir, la captación y el sometimiento tuvieron lugar dentro de nuestras fronteras.
Compromiso contra la violencia de género
La Fundación Mutua Madrileña, dentro del compromiso que mantiene junto a la aseguradora con la lucha contra la violencia de género, mantiene desde hace dos años una colaboración con esta y otras entidades dedicadas a la atención de víctimas de trata de personas, para contribuir a la erradicación de esta lacra en todas sus formas.
Además del informe elaborado para cifrar la magnitud del problema, la Fundación Mutua Madrileña colabora en un programa de apoyo social y educativo de Proyecto Esperanza para mujeres víctimas y supervivientes de trata gracias al cual han accedido a becas formativas, ayudas económicas para el transporte y atención sanitaria, tanto en el ámbito de la salud física como en el apoyo psicológico y psiquiátrico.
El próximo 25 de noviembre se celebra el Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
