Realizar labores solidarias es una de las actividades que más retorno genera a la persona voluntaria. Conscientes de esta vocación altruista, Mutua Madrileña puso en marcha hace once años su propio programa de voluntariado corporativo con el que organiza y oferta a sus empleados actividades para prestar apoyo a colectivos desfavorecidos que permitan satisfacer su faceta más solidaria.
Las actividades, más de 40 al año, se definen por una doble vía: bien son entidades con las que la aseguradora tiene relación a través de su fundación, bien son los propios empleados los que las proponen en función de sus intereses y que se organizan siempre que cuenten con la adhesión de un número suficiente de compañeros.
La acogida de «Juntos hacemos más» es excelente y los voluntarios repiten. «En un voluntariado se recibe más de lo que das», cuenta José Diaz, empleado del área de Propuesta de Valor de la aseguradora y voluntario asiduo. De hecho, «Juntos hacemos más» se ha convertido en uno de los programas corporativos con mayor tasa de fidelización, pues tradicionalmente se cifra en un 17 por ciento el porcentaje de la plantilla participa.
Desde hace unos años, entre sus medidas de conciliación, Mutua Madrileña ofrece una bolsa de horas laborales para destinar a estos fines altruistas. Otras muchas actividades se ofertan para el tiempo libre. «Tener la posibilidad de sacar una sonrisa a una persona que está en una situación diferente a la tuya, recibir un abrazo de los de verdad… Son sensaciones muy especiales y maravillosas», añade Díaz.
Durante la pandemia, el programa se adaptó al formato virtual lanzando actividades de cibervoluntariado, pero ahora se ha retomado con fuerza las actividades presenciales que caracterizan «Juntos hacemos más». En algunas de estas actividades, los empleados han podido involucrar a sus hijos a partir de cierta edad en calidad de prevoluntarios, para que tomen contacto en primera persona con el mundo de la solidaridad. «Siempre que Mutua organiza un voluntariado en el que pueden participar niños, me apunto sin dudarlo. No sólo por ser una magnífica oportunidad para que convivan con la diversidad, sino porque se lo pasan en grande. Hemos hecho galletas, gymkanas, hemos plantado árboles…siempre vuelven a casa felices y con ganas de repetir», explica Adriana Sánchez, voluntaria del área de Recursos Humanos de Mutua Madrileña.
Lucha contra la violencia de género
Mayores, infancia con problemas, medioambiente… Las actividades organizadas cubren todas las áreas de la solidaridad. Pero si hay una que es especialmente reseñable es la que tiene que ver con la lucha contra la violencia de género, área en la que Mutua Madrileña y su fundación están firmemente comprometidas desde hace años.
En este sentido, el proyecto de voluntariado corporativo «Juntas», orquestado a través de la Fundación Mutua, ha permitido a las empleadas de la compañía impartir talleres de coaching y mejora de la empleabilidad para mujeres víctimas de maltrato dentro de la Escuela de Fortalecimiento de la Fundación Integra. En la actualidad se ha puesto en marcha su sexta edición.
Durante 2021 se impartieron dos semanas de talleres formativos, adaptados en formato online, en los que participaron 36 voluntarias de Mutua Madrileña. Además, también en el marco del proyecto, Fundación Integra impartió una jornada de sensibilización y formación a las profesionales de la compañía. «En los talleres con mujeres víctimas de violencia de género en los que he tenido la suerte de ser voluntaria me he encontrado con personas que llevaban tiempo sin trabajar. Creo que compartir un taller con nosotras les ayuda a vencer inseguridades, a ver que somos mujeres como ellas, con nuestras dificultades para compaginar la vida con el trabajo, pero que podemos hacerlo», explica Adriana Sánchez.
Aunque es la pata más relevante, el programa no es la única vía por la que los trabajadores de la aseguradora expresan su compromiso con los más necesitados. Hay otras actividades, no de voluntariado, como las recogidas de alimentos organizadas periódicamente; o la recogida de juguetes y la subasta solidaria, en la que se puja por todos los regalos recibidos de proveedores y clientes durante el periodo navideño, y cuyo importe íntegro se destina a una ONG escogida por los propios trabajadores, que demuestran que el trabajo y la ayuda a los demás se compaginan a la perfección en Mutua.