El problema de las toallitas húmedas en los ríos y mares es, desgraciadamente, algo habitual en España. Estas y otras grandes acumulaciones de residuos en las orillas de los ríos y aliviaderos han provocado que grandes ciudades de nuestro país hayan tenido que tomar cartas en el asunto.
Cuando se producen fuertes precipitaciones, con el modelo actual de red de alcantarillado, se generan caudales inasumibles por los sistemas colectores y plantas de tratamiento de aguas residuales, produciéndose su vertido en ríos y posteriormente mares, arrastrando todo tipo de sólidos que se hayan acumulado en los colectores.
Estos residuos provienen de las calles, pero también de los desechos que son indebidamente vertidos por el WC. Gran parte de los residuos son toallitas desechables, aunque también se pueden encontrar plásticos, compresas, tampones, discos de algodón, bastoncillos de oídos o preservativos, entre otros.
Mallas para retener residuos: una solución sencilla y eficaz
Una de las soluciones que se están instalando son las mallas de retención de residuos TecnoGrabber, de la empresa española TecnoConverting, pues su diseño simple y efectivo permite su instalación en la mayoría de los puntos de vertido, con un reducido coste de inversión y de operación.
Cada vez son más las localidades donde se colocan estos sistemas TecnoGrabber de retención, que retienen los residuos sólidos del alcantarillado antes de que lleguen al medio. A su vez, el objetivo de implementar estos sistemas también es concienciar a la población para así evitar el vertido de residuos indebidos por el inodoro y las calles.
En la Comunidad de Madrid se han instalado cestas de contención de residuos TecnoGrabber en varios puntos. Uno de ellos se sitúa en la localidad de Coslada, junto al Río Jarama. Unos meses después de su instalación, tras las primeras precipitaciones, las redes recogieron un total de 3,5 toneladas de residuos, fundamentalmente toallitas húmedas.
Por su lado, Ecociudad Zaragoza tenía un problema tanto económico como medioambiental. Las depuradoras de dicha localidad retiraron más de 360 toneladas de residuos en un año, causando atascos en las tuberías cuando estos se tiran por el inodoro. El verano pasado se implementaron los sistemas de retención en tres aliviaderos de la red de saneamiento, los cuales tienen una capacidad para retener hasta 6 toneladas de residuos por episodios de lluvia intensa.
La primera ciudad en sumarse a esta iniciativa fue Sabadell, en Cataluña, en el año 2019. Entonces se constató que en el primer punto donde se instaló se consiguieron retener hasta 900 kilogramos de residuos tras las primeras lluvias.
En el municipio de Aspe, Alicante, pionero en iniciativas que persiguen contribuir a preservar y proteger el medio ambiente, se instalaron unas cestas de captación con siete mallas de retención, evitando que los residuos terminen en el río Tarafa. En ese punto, se calcula que se han retenido más de 2,5 toneladas de residuos en su primera retirada.
