La gestión del agua se encuentra en un momento crucial. El cambio climático ha intensificado los episodios de sequía, las temperaturas son cada vez más elevadas y cuando llueve lo hace de forma muy irregular. Solo un cambio de paradigma puede salvaguardar este recurso natural insustituible. Es hora de impulsar un nuevo modelo circular, en que el agua tendrá infinitas vidas gracias a su constante reutilización. Una nueva era para cuidar más y mejor de la naturaleza.
El Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, pone este año el foco en la necesidad de acelerar los cambios para realizar una gestión sostenible de los recursos hídricos. Garantizar que toda la población del planeta tenga agua potable y acceso al saneamiento en el 2030, tal como establece el sexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), es un reto ambicioso y prioritario. Naciones Unidas considera que, para alcanzar este objetivo, hay que avanzar cuatro veces más rápido de lo que lo estamos haciendo actualmente.
El agua es un bien escaso, pero esencial para las ciudades, la agricultura y la industria; y para las diferentes especies que viven en la Tierra. Además, el aumento de la población y de la demanda de alimentos provocará que la necesidad de recursos hídricos crezca entre un 20 % y un 30 % de aquí al 2050. España es, precisamente, uno de los países de la Unión Europea más afectados por el cambio climático.
¿Qué podemos hacer? La solución pasa por la regeneración, un método que consiste en aplicar al agua de las depuradoras un tratamiento adicional que permite reutilizarla con todas las garantías sanitarias y devolverla a la naturaleza o emplearla para nuevos usos como el riego de zonas verdes o la agricultura.
Veolia apuesta por el agua regenerada
Veolia, referente en la transformación ecológica por sus actividades en los sectores del agua, los residuos y la energía, integra desde el 2022 al grupo Agbar, hub de conocimiento del agua. El grupo apuesta de forma decidida por la reutilización del agua, tema de mayor relevancia ante el contexto presente de escasez hídrica. Según el primer barómetro de la transformación ecológica de Veolia, en colaboración con la consultora Elabe, el 85 % de los españoles piensan que la escasez y el agotamiento de los recursos es grave e inminente (frente al 77 % a escala mundial), y el 62 % consideran que es necesario cambiar de forma radical nuestro actual estilo de vida, mediante la introducción de soluciones tecnológicas.
Ante esta realidad, Agbar, que suministra agua potable a más de 13,6 millones de personas en 1.100 municipios en España, impulsa diferentes iniciativas para poner en marcha un nuevo modelo circular en la gestión de los recursos hídricos. Un ejemplo es Aigües de Barcelona, parte del grupo, que ha presentado un proyecto pionero para hacer frente al déficit hídrico actual del área metropolitana de Barcelona, que afecta a las cuencas de los ríos Llobregat y Ter. Un proyecto con fondos Next Generation y una inversión de más de 1.500 millones de euros que incluye la adecuación de las dos grandes depuradoras del área metropolitana (la del Baix Llobregat y la del Besòs) para convertirlas en verdaderas «fábricas» de agua regenerada.
En la región de Murcia, la depuradora de aguas residuales Cabezo Beaza en Cartagena, gestionada por Hidrogea, también parte del grupo, trata 7.319 m3 de agua al día, lo que equivale a abastecer de este preciado recurso a 4.300 hectáreas de cultivo. El sistema de reutilización de agua, en el caso de esta depuradora, enfocado al 100 % a uso agrícola, está contribuyendo a paliar los efectos de la sequía en una de las principales zonas agrícolas de España. Gracias a las aguas reutilizadas, los agricultores de esta comarca son capaces de producir más de 412.000 toneladas anuales de hortalizas como la lechuga, la coliflor, el brócoli o el melón.
En Canarias, Canaragua, compañía también integrada en Agbar, es un referente en la reutilización de aguas aplicada al sector turístico. La compañía, que gestiona diez estaciones depuradoras, consigue producir más de 4 hm3 de agua regenerada al año, cuyo uso principal es el riego de zonas verdes municipales. Además, la depuradora de Las Burras, situada en el sur de la isla de Gran Canaria, suministra agua regenerada a tres campos de golf.
Es hora de acelerar la implantación de un modelo circular para darle infinitas vidas al agua. El agua regenerada abre una nueva era más sostenible. Todos —empresas, administraciones, ciudadanía, etc.— podemos contribuir, cada uno desde su ámbito, a garantizar la disponibilidad de agua para las generaciones futuras.