Los trasplantes capilares han revolucionado la industria de la estética. Cada vez más personas recurren a esta técnica innovadora para combatir la pérdida de cabello y restaurar su confianza en sí mismas. Lo que no debemos perder de vista es que no todas las técnicas sirven para todos los casos.
Nuevas técnicas
Tal y como explica el Dr. Jiménez Acosta, dermatólogo experto en trasplante capilar en Clínica Dermatológica Internacional (CDI) y el Hospital Ruber Internacional, uno de los métodos más innovadores es el trasplante de unidades foliculares mediante la técnica FUE (escisión de unidades foliculares, por sus siglas en inglés). El FUE consiste en «extraer las unidades foliculares, una por una, con un punch de aproximadamente un milímetro de diámetro», nos cuenta el doctor. Lo revolucionario de esta técnica es ·que la curación de la zona donante es muy rápida, no precisa puntos, ya que cura sola en 3-4 días».
La gran ventaja del FUE sobre la tira es que es «menos invasiva, con una recuperación más rápida y menos molesta en el postoperatorio inmediato. La desventaja del FUE es que es muy laboriosa y siguen siendo intervenciones largas, de 4-8 horas dependiendo de la cantidad de injertos a trasplantar», explica. «Hace pocos años se empleaba más la técnica conocida como FUT o técnica de la tira, pero actualmente, la mayoría de las intervenciones se hacen con la técnica FUE».
Además del FUE, el trasplante capilar con pelo largo ha cobrado protagonismo entre las soluciones capilares. El Dr. Jiménez Acosta explica que consiste en extraer la unidad folicular con el pelo largo sin necesidad de rasurar ni la zona donante ni la zona receptora. «Esta técnica requiere un tipo de instrumentación algo diferente y una técnica de extracción más meticulosa y compleja». «Tiene la ventaja evidente de que se puede apreciar ya un resultado inmediato con el pelo largo y que no hay que rasurar la zona donante. La desventaja es que la técnica es más lenta y laboriosa», dice.
Esta técnica se está aplicando en pacientes que quieren pasar totalmente desapercibidos e incorporarse de forma inmediata a la vida social o laboral, así como en los trasplantes en muchas mujeres y en trasplantes de cejas donde es importante ver la dirección del pelo trasplantado de forma inmediata». Según el Dr. Jiménez Acosta, «en cinco o diez años el FUE de pelo largo será, sin duda, la técnica de trasplante más empleada».
Caso a caso
Lo fundamental antes de iniciar una cirugía capilar es «hacer una valoración previa a la intervención, diagnosticar el tipo de alopecia, valorar si el paciente tiene una buena zona donante adecuada para trasplante y planificar la intervención y número de unidades foliculares adecuadas para conseguir un resultado natural e indetectable, que es el objetivo del trasplante», explica el Dr. Jiménez Acosta.
También destaca, más allá de la cirugía, «el empleo de algunos medicamentos para detener la progresión de la alopecia». «A casi todos los pacientes, antes y después del trasplante, les recomendamos algún tipo de tratamiento coadyuvante. Hoy en día se sigue investigando mucho sobre nuevos tratamientos médicos y sobre terapias celulares para conseguir la regeneración del folículo piloso, sin necesidad de cirugía, pero por lo pronto no hay nada tan efectivo como el trasplante. Sin duda, cuando se consiga saber cómo regenerar el folículo con terapia celular o células madre, los trasplantes tendrán sus días contados», asegura el médico.
Naturalidad y autoestima
No se trata de simplemente poner pelo, «sino de que el resultado del trasplante sea natural y que la gente no se dé cuenta de que el paciente se ha realizado un trasplante», asegura el Dr. Jiménez Acosta. «Es mejor, en ocasiones, trasplantar menor cantidad de cabello, pero de una forma natural y estéticamente impecable, que poner mucho pelo con líneas de implantación frontal bajas que hace que el trasplante sea evidente a simple vista», matiza.
Los casos más exitosos son «aquellos en los que cambias la vida de un paciente porque aumenta su autoestima enormemente, o porque la alopecia que tiene es muy visible y antiestética. Por ejemplo, «siempre me acuerdo de pacientes con alopecias cicatriciales por quemaduras o traumatismos, el resultado del trasplante literalmente les cambia su vida desde el punto de vista social y emocional», explica el médico.
La cirugía capilar tiene, además, la particularidad de que «bien realizada, por un profesional bien formado, hecho con meticulosidad, es una técnica con poquísimas complicaciones», concluye el Dr. Jiménez Acosta.