Cada año, nos encontramos inmersos en la misma escena: fechas de celebración alrededor de una mesa, días de compras apresuradas para confeccionar un menú pensado con cariño, que no solo satisfaga a una amplia mayoría, sino que también tenga en cuenta las preocupaciones actuales sobre el medio ambiente y la sostenibilidad. En este contexto, algunas bodegas han adoptado medidas que van más allá de la calidad del vino, incorporando prácticas ecológicas en sus procesos de elaboración. Un ejemplo destacado es Marqués de Riscal, que ha abrazado con determinación el cultivo ecológico como parte fundamental de su filosofía.
La apuesta de Marqués de Riscal por el cultivo ecológico no solo responde a las tendencias actuales, sino que también se convierte en un compromiso con la preservación del medio ambiente y la calidad a largo plazo de sus vinos. Bajo la etiqueta «100% organic», la bodega se apoya en tres pilares fundamentales:
Recuperación del carácter varietal y la tipicidad del terruño
Con el cultivo ecológico, las plantas de vid arraigan de manera más efectiva, colonizan un mayor volumen de suelo y extraen compuestos minerales de manera natural, sin necesidad de abonos minerales artificiales. La diversidad de microorganismos en simbiosis con la planta facilita la absorción de nutrientes, lo que se traduce en vinos que reflejan de manera auténtica el terruño del que provienen. La ausencia de fungicidas y bajos niveles de sulfuroso mejora las fermentaciones espontáneas, permitiendo que el carácter primario de la uva se exprese de manera más original y auténtica.
Preservación y garantía de la perennidad del viñedo
La calidad a largo plazo de los vinos de Marqués de Riscal se fundamenta en la preservación y garantía de la perennidad de sus viñedos. La ausencia de productos de síntesis externos impulsa la planta a desarrollar mecanismos de autodefensa naturales, haciéndola más resistente, sana y vigorosa frente a eventos climáticos adversos. Técnicas de poda cuidadosas y respetuosas con los flujos de savia principales aseguran una larga vida a las viñas, permitiendo que mantengan niveles de acidez óptimos y produzcan uvas sabrosas y equilibradas.
Adaptación al cambio climático
Conscientes de los desafíos del cambio climático, Marqués de Riscal no solo se limita a la ubicación de sus viñedos, sino que prepara a las plantas para ser más resistentes al cambio. El cultivo ecológico, al recuperar la vida y estructura del suelo, facilita un mejor enraizamiento y colonización del suelo, proporcionando a la planta más agua y nutrientes. Esto la vuelve más resistente a la sequía y otros eventos climáticos, permitiéndole adaptarse al entorno de manera más efectiva.
En el camino hacia la sostenibilidad, Marqués de Riscal ha certificado 350 hectáreas en Rueda, 370 hectáreas en Rioja, y más de 100 hectáreas en proceso de certificación. Los resultados de este compromiso son evidentes en su gama de vinos 100% orgánicos, que incluye Marqués de Riscal Verdejo, Finca Montico y Marqués de Riscal Sauvignon Blanc. Estos vinos no solo satisfacen los paladares más exigentes, sino que también representan un paso significativo hacia la producción de vinos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. En la próxima celebración, brindemos no solo por la alegría del momento, sino también por un futuro en el que la calidad del vino y la sostenibilidad vayan de la mano.
