Es increíble cómo los seres humanos retienen información. Y quizás lo más sorprendente es que la información puede estar sesgada, malinterpretarse o ser errónea – sin que tan siquiera nos demos cuenta.
Mediante una combinación de relatos culturales e históricos, ciertas cosas que damos por sentadas en ocasiones resultan ser incorrectas. No es culpa de nadie, sino tan solo una de las peculiaridades de la vida. Pero también es importante cuestionárnoslas y, si es necesario, corregir estos mitos y conceptos erróneos a fin de que todos tengamos acceso a información precisa que nos ayude a tomar mejores decisiones.
Existen conceptos erróneos relacionados con muchos aspectos de nuestra vida – sobre lo que nos rodea a diario. Tomemos como ejemplo las guindillas. Se da por sentado que la parte más picante son las semillas, por lo que con frecuencia las quitamos cuando las preparamos para cocinar. Sin embargo, las semillas no son en absoluto la parte más picante de las guindillas. De hecho, las semillas contienen una baja cantidad de capsaicina, uno de los varios compuestos que inducen la sensación picante. En realidad, la mayor parte del picante reside en la parte esponjosa blanca en el interior de la guindilla.
Algunos conceptos erróneos son relativamente inofensivos y tienen escasa repercusión en nuestras vidas, pero también hay algunos que deberíamos tomarnos más en serio, como los relacionados con el hábito de fumar.
Mitos y realidades sobre el hábito de fumar
Todos sabemos que fumar provoca enfermedades graves y que es adictivo. La mejor opción es dejar el tabaco y la nicotina por completo. Eso está claro.
No obstante, existen malentendidos con respecto al hábito de fumar y algunos de ellos pueden dificultar la toma de decisiones informadas sobre las alternativas a los adultos que no dejan los cigarrillos y la nicotina por completo.
Por ejemplo, a menudo existen conceptos erróneos sobre el rol de la nicotina como causante de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, y esto puede actuar como una barrera que impida a los adultos que de otra forma seguirían fumando considerar el uso de alternativas sin humo en su lugar. La nicotina es una de las razones por las que los adultos fuman, junto con otros factores, como el sabor y el ritual. Es adictiva y no está exenta de riesgo, pero son los elevados niveles de sustancias químicas nocivas y potencialmente nocivas presentes en el humo de un cigarrillo encendido la causa principal de las enfermedades relacionadas con fumar, no la nicotina.
A veces, los fumadores adultos desconocen la diferencia fundamental entre los cigarrillos y los productos sin humo. Un cigarrillo de combustión libera más de 6.000 sustancias químicas, alrededor de 100 de las cuales han sido clasificados por las autoridades de salud pública como nocivas o potencialmente nocivas. El aerosol de los productos sin humo es fundamentalmente diferente del humo del cigarrillo porque el tabaco no se quema. Al eliminar el proceso de combustión y la producción de humo, los niveles de sustancias químicas nocivas generadas pueden reducirse significativamente en comparación con los cigarrillos.
Aunque la nicotina no es la causa principal de las enfermedades relacionadas con el hábito de fumar, es adictiva y no está exenta de riesgo. Ciertas personas no deberían consumir productos que contengan nicotina. Entre ellas se encuentran las mujeres embarazadas o en período de lactancia y las personas con problemas cardíacos, hipertensión grave o diabetes. Los menores de edad no deben consumir ni tener acceso a productos que contengan tabaco o nicotina.
La mejor opción para los fumadores adultos es abandonar completamente los productos de tabaco y aquellos que contienen nicotina, pero la realidad es que muchos no lo hacen. Para esas personas hay toda una serie de alternativas sin humo disponibles que son una mejor opción que seguir fumando.
Los mitos y los conceptos erróneos están por todas partes, y puede resultar difícil identificarlos. Pero todos tenemos derecho a acceder a información precisa para tomar decisiones informadas.
Todos merecemos conocer los datos, especialmente cuando se trata del hábito de fumar.