Permanecer sentado durante una charla relajada, disfrutar de una función teatral o de una sesión de cine, o incluso intentar conciliar el sueño, es todo un privilegio para algunas personas. Una sensación incómoda empuja a estas personas constantemente a cambiar de posición, mover las piernas, levantarse y caminar, interrumpiendo cualquier intento de descanso.
El Síndrome de Piernas Inquietas (SPI) afecta a una parte significativa de la población, desencadenando una imperiosa necesidad de mover las piernas durante el reposo. La Dra. Laura Lillo Triguero, neuróloga especializada en sueño del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, explica en qué consiste este síndrome y cómo se pueden combatir sus síntomas
¿Qué es el síndrome de las piernas inquietas?
El SPI va más allá de la simple necesidad de movimiento. Afecta la calidad del sueño y puede interrumpir actividades diarias como charlas relajadas o disfrutar de una película. Esta sensación inquietante, aunque no dolorosa, puede convertirse en un desafío constante.
La Dra. Lillo explica que, a pesar de su prevalencia, el SPI a menudo es subdiagnosticado. Factores genéticos, desequilibrios en neurotransmisores como la dopamina y el glutamato, y la deficiencia de hierro están vinculados al síndrome. Se destaca la conexión única entre el déficit de hierro y la alteración de neurotransmisores, subrayando la necesidad de un enfoque integral en el tratamiento.
El diagnóstico del SPI se basa en un enfoque clínico respaldado por criterios específicos. La Dra. Lillo enfatiza la utilidad de análisis de sangre y anuncia avances tecnológicos en resonancia magnética para medir con precisión los niveles de hierro a nivel cerebral, ofreciendo nuevas perspectivas en el entendimiento del SPI.
Opciones de tratamiento de las piernas inquietas
A lo largo del tiempo, los agonistas dopaminérgicos fueron la norma, pero los riesgos llevaron a explorar alternativas seguras. Los fármacos moduladores del glutamato, como gabapentina y pregabalina, lideran el tratamiento actual. Además, en casos de déficit de hierro, el tratamiento intravenoso se presenta como una opción eficaz. La Dra. Lillo subraya la importancia de la investigación continua para ampliar las opciones de tratamiento.
Consejos prácticos para combatirlo en el día a día
Más allá de la farmacología, la Dra. Lillo destaca medidas prácticas para mejorar la calidad de vida. Desde mantener una adecuada higiene del sueño hasta la moderación en el consumo de estimulantes, ofrece consejos realistas para enfrentar el SPI en la vida cotidiana.Aunque el tratamiento presenta desafíos, la investigación continua ofrece esperanza para opciones más amplias en el futuro. La Dra. Lillo destaca la importancia de abordar este síndrome desde múltiples perspectivas para proporcionar soluciones más efectivas y mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen.