El tenis es uno de los deportes más exigentes a nivel físico. Las lesiones, sobre todo, musculares y en las articulaciones son la tónica general en los grandes torneos debido a la exigencia, al número de horas acumuladas en pista y a la propia tensión del momento. Las tendinitis, las contracturas musculares, los esguinces de tobillo, las distensiones a nivel articular, las caídas, heridas, golpes de calor, mareos o malestar o ampollas son el pan habitual en cualquier competición del circuito profesional.
Como esta semana se disputa en Barcelona la 71 edición del Trofeo Conde de Godó, que cuenta con Centro Médico Teknon, del grupo Quirónsalud, como Servicio Médico Oficial, hablamos con el Dr. Ángel Ruiz Cotorro, director de la Clínica Tenis Teknon y responsable médico de la Real Federación Española de Tenis (RFET), que nos explica cómo los avances en preparación deportiva y en medicina han conseguido controlar y reducir los riesgos de muchas de estas lesiones habituales, así como acelerar las recuperaciones.
En referencia a los tratamientos experimentales, este especialista expone que «a nivel médico, tenemos todos los componentes que hemos ido aprendiendo, utilizando y han dado resultado. Ahora, también realizamos diferentes terapias regenerativas que van desde el ácido hialurónico hasta las células madre. Nos permiten avanzar y acelerar, quizás un poco, los procesos de regeneración. Siempre respetar los tiempos biológicos es lo mejor, pero en el caso de los deportistas profesionales, en algunas ocasiones, tenemos que recurrir a ellos».
Más allá del deporte profesional, Cotorro advierte de que el gran riesgo de lesión «está en saber si estamos preparados para practicar deporte. Las personas que lo realizan de manera habitual, en verano aumentan la intensidad. En este colectivo, hay que hacer un trabajo de prevención, aumentando de forma progresiva la intensidad para tener continuidad durante las vacaciones y aumentar el nivel. El problema se presenta con las personas que no practican deporte durante el invierno y que, en verano, al tener más tiempo, empiezan a practicarlo sin estar preparados. Yo les aconsejaría hacer un trabajo de base, de manera gradual, para que cuando empiecen a jugar al tenis se encuentren en unas condiciones físicas mínimas».
Los calambres, sintomatología común en el deportista
Ya sea tanto para profesionales como para amateurs, los calambres es una afección habitual entre de los deportistas. Los calambres son contracciones o espasmos musculares involuntarios y muy dolorosos durante y después del ejercicio. En el caso del tenis, suele afectar fundamentalmente a muslos, pies, manos, brazos o abdomen.
La tensión muscular de la zona afectada por el calambre provoca rigidez y en muchas ocasiones, resulta imposible mover el músculo. A diferencia de la contractura, el calambre dura poco tiempo (segundos o minutos) y no es permanente.
La aparición del calambre puede ser debido a diferentes causas: temperatura ambiental y humedad, desequilibrios electrolíticos (magnesio, potasio y sodio), deshidratación, tensión mental, falta de preparación física, cansancio del músculo o una alimentación inadecuada a lo largo de la temporada. En los deportistas, la causa principal es el esfuerzo excesivo por hacer ejercicio más tiempo del habitual o a mayor intensidad.
Ruiz Cotorro expone las recomendaciones que hay que hacer en el caso de tener calambres. «Primero, pararemos, identificaremos qué músculo es el afectado, y forzaremos su estiramiento de 15 a 30 segundos. Si no cesa el calambre, repetiremos el estiramiento. Intentaremos relajarnos y realizar un masaje en la zona. Una vez pare, es aconsejable hidratarse y nutrirse bien y hacerlo poco a poco, aplicar calor local y no continuar con el ejercicio», señala el especialista de Quirónsalud.
Sin embargo, la prevención es el mejor tratamiento para evitar la aparición de los calambres. Una preparación física adecuada con buenos estiramientos, la hidratación permanente o una nutrición personalizada suponen las mejores prácticas para evitarlos.