A sus 48 años, Vanessa Borrego supone uno de tantos ejemplos de una sociedad comprometida con el bien común y el bienestar de los demás. Con dos hijos, una carrera profesional como responsable financiera de un grupo de empresas y una pasión por el flamenco y el deporte, Vanessa podría fácilmente sentirse abrumada por las demandas de la vida cotidiana. Sin embargo, encuentra tiempo para ser voluntaria en la residencia de ancianos de San Juan de Dios, en Sevilla.
Su motivación para el voluntariado es clara y sencilla: «Me hice voluntaria porque me gusta ayudar, sentirme útil y dar de mí a quien lo necesita», confiesa. Esta vocación la ha llevado a dedicar parte de su tiempo libre a compartir momentos con los residentes de la tercera edad, ofreciéndoles compañía, alegría y afecto.
A lo largo de los años, Vanessa ha inculcado esta misma pasión por el servicio a los demás en sus hijos. «Cuando los niños eran más pequeños me acompañaban a las actividades. Hoy en día, la pequeña sigue viniendo conmigo cuando puede y le gusta la actividad», revela. Este legado de solidaridad y empatía ha dejado una huella profunda en su familia y en la comunidad en la que vive.
Este compromiso no es exclusivo de Vanessa. Es parte de un movimiento más amplio de solidaridad y compromiso social que se extiende por toda España. En 2023, más de 17.000 voluntarios de CaixaBank participaron en acciones que beneficiaron a más de 370.000 personas en situación de vulnerabilidad.
En la residencia de San Juan de Dios, Vanessa y otros voluntarios organizan una variedad de actividades para los ancianos, desde celebrar sus cumpleaños con música y baile hasta organizar salidas al cine para disfrutar de películas de humor. Cada encuentro es una oportunidad para compartir historias, risas y momentos de afecto.
Pero el impacto del voluntariado va más allá de los momentos compartidos. Para Vanessa, ser voluntaria es una experiencia enriquecedora que le brinda mucho más de lo que podría dar. «Cuando haces voluntariado recibes mucho más de lo que das», afirma. La gratitud y la alegría de los ancianos al recibir visitas llenan su corazón de satisfacción y reafirman su compromiso con la comunidad.
Mayo, el mes social
Este compromiso se refleja en la amplia gama de actividades solidarias organizadas por CaixaBank durante el mes de mayo, que abarcan áreas como el acompañamiento, la educación, la digitalización, el medio ambiente, la cultura y el deporte.
La Asociación de Voluntarios de CaixaBank es una entidad que representa uno de los pilares fundamentales del compromiso social y la responsabilidad corporativa de CaixaBank, una de las entidades financieras líderes en España y Europa. Esta asociación reúne a empleados y colaboradores de CaixaBank que comparten un interés común en contribuir al bienestar de la sociedad y en hacer del voluntariado una parte integral de su vida profesional y personal.
Estos voluntarios participan en una amplia variedad de actividades solidarias que abarcan diferentes áreas de intervención, desde el acompañamiento a personas mayores hasta la educación, la digitalización, el medio ambiente, la cultura y el deporte.
Una de las características distintivas de la asociación es su enfoque en la colaboración con entidades sociales locales. A través de alianzas estratégicas con organizaciones sin ánimo de lucro y otras instituciones, los voluntarios de CaixaBank pueden multiplicar el impacto de sus acciones y llegar a un mayor número de personas en situación de vulnerabilidad.
El mes de mayo es especialmente significativo para la asociación, ya que es cuando se lleva a cabo el «Mes Social», un periodo dedicado a intensificar las actividades solidarias en toda España. Durante este mes, se organizan numerosas iniciativas solidarias a lo largo de toda España.
