No todo el mundo conoce que Doñana estuvo a punto de desaparecer. Era la España de los años 50. En aquel entonces, en plena expansión colonizadora a través del regadío, las autoridades de la época vieron en la reserva onubense una zona propicia para llevar a cabo unos planes de desecación y aprovechamiento de la zona que hubieran supuesto la destrucción del hoy Parque Nacional. Sin embargo, un hombre, Luc Hoffmann, biólogo, consciente del inmenso valor ecológico de ese entorno natural, se puso un objetivo: impedirlo a toda costa.
Hoffamn activó un movimiento internacional de oposición a aquellas actuaciones junto a otros expertos. Este biólogo llegó incluso a arriesgar su propio patrimonio para comprar terrenos en las marismas, y animó a muchos para que hicieran lo mismo para evitar su destrucción a través de las explotaciones agrícolas. Gracias a su empeño, el Parque Nacional de Doñana es hoy una de las mayores joyas ambientales de España y Europa.
Precisamente, ese firme compromiso con el entorno natural, ese camino que inició Hoffmann hace más de 70 años en nuestro país, tiene hoy su reflejo en las políticas de sostenibilidad de la compañía biotecnológica Roche Farma.
Hoffman fue nieto del fundador de la compañía y miembro de su Comité de Dirección desde 1957 hasta 1996. No es difícil de entender que su lucha suponga un ejemplo inspirador a día de hoy y es que, para Roche, la preservación del medio ambiente supone una auténtica prioridad a escala global, que se traduce en iniciativas que implican a sus más de 100.000 empleados en más de 120 países.
Una lucha hacia el entorno y las personas
En el caso de Roche Farma España, la preservación del medio ambiente, que incluye el uso de energías renovables, la lucha contra el cambio climático o la economía circular, es uno de los tres pilares sobre los que se articula La marca que dejas, una plataforma que recoge todas las acciones de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y que cuenta con otras dos áreas clave: Entorno y Personas.
Bajo el área de entorno, Roche desarrolla distintas iniciativas encaminadas a aportar un valor añadido al entorno sanitario más allá de sus intereses comerciales, fortaleciendo el acceso universal y equitativo a la sanidad, impulsando el talento investigador y potenciando la mejora continua de nuestro Sistema Nacional de Salud.
En lo que se refiere al tercer pilar, el de personas, engloba los proyectos que la compañía lleva a cabo para reducir las desigualdades sociales, fomentar el empleo digno e igualitario, así como todas aquellas acciones que mejoran el bienestar del empleado en términos de igualdad, retención del talento y conciliación.
Bajo estos tres pilares, Roche integra acciones que van desde proyectos de voluntariado, donaciones, causas sociales, hasta becas para la retención del talento investigador, proyectos de humanización en hospitales, colaboraciones público-privadas que refuerzan la innovación y la investigación, o la Marcha Solidaria, una iniciativa que Roche desarrolla a escala global y tiene por objetivo luchar contra la pobreza y las desigualdades en la infancia.
Una lucha global a todos los niveles
«Todas estas iniciativas, que se enmarcan bajo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, configuran un marco de actuación que va mucho más allá de las acciones de RSC tradicionales, ya que afectan a casi todas las áreas de la compañía y también a la forma en la que desarrollamos nuestra actividad principal», explica Beatriz Lozano, directora de Comunicación, Pacientes y RSC de Roche Farma España.
«En este sentido, y por poner algunos ejemplos –explica– contamos con exigentes políticas de respeto al medio ambiente que deben cumplir también nuestros proveedores, y nos ocupamos de que nuestros edificios tengan el menor impacto posible en el entorno, para lo que nos encargamos de obtener las calificaciones más exigentes. En Roche entendemos que la sostenibilidad debe impregnar todas nuestras actuaciones, y también las de los stakeholders con quienes nos desarrollamos. Solo así lograremos maximizar nuestro impacto positivo en la sociedad en la que desarrollamos nuestra actividad y de la que formamos parte», concluye.