La poda de la vid y los trabajos de gestión del monte son actividades agroforestales que ofrecen posibilidades para la producción de energía, y este aprovechamiento todavía es desconocido por mucha gente. España, dada su condición como uno de los mayores productores de vino del mundo, con cerca de 1 millón de hectáreas de viñedos, tiene los recursos para convertirse en líder en generación de energía renovable a partir de biomasa, es decir, a través de materia orgánica procedente de la actividad agropecuaria.
Los restos de las vides, conocidos como sarmientos, así como las cepas que se arrancan ocasionalmente para regenerar los viñedos, pueden llegar a convertirse en fuente de energía, en vez de, simplemente, quemarse o desecharse.
Una vez recogidos, estos residuos agrícolas se transportan en camiones a plantas especializadas en la generación de energía. Antes de que puedan ser convertidos en energía, deben ser tratados. En la planta de biomasa, la madera se tritura en astillas de menor tamaño para facilitar su combustión. Este material triturado es el que servirá como combustible en el siguiente paso.
En la siguiente etapa, el material triturado se quema en grandes calderas. El calor generado se usa para calentar agua, produciendo vapor a alta presión. Este se utiliza para mover las turbinas de un generador eléctrico. Cuando el vapor impulsa las turbinas, estas convierten la energía mecánica en energía eléctrica.
Más allá de los viñedos
El uso de biomasa en la generación de energía no se limita solo a los viñedos. Otros cultivos, como el olivo, generan cada año más de 8,3 millones de toneladas de residuos orgánicos que se pueden convertir en un valioso recurso, ya que España cuenta con 2,7 millones de hectáreas de olivares. Por otro lado, la gestión de los bosques, incluyendo la limpieza y el desbroce de montes para prevenir incendios, genera un enorme volumen de troncos, ramas y hojas que, de otro modo, serían un residuo. Así, la biomasa se convierte en un recurso clave para descarbonizar procesos productivos intensivos en energía.
Ayuda para los agricultores
El aprovechamiento de los restos de la vid permite generar electricidad a través de biomasa. También ayuda a los agricultores con el problema de gestionar los restos de la poda, y además les brinda un beneficio adicional, ya que el servicio de recogida les permite ahorrar costes asociados a la gestión de residuos
Para los agricultores, esta solución representa un alivio. Hasta ahora, muchos se veían obligados a pedir permisos para quemar estos residuos, una tarea compleja y poco eficiente. La solución pasa por transformar un problema en una oportunidad para generar energía renovable, contribuyendo a reducir las emisiones de CO₂ y a limpiar los terrenos para futuras cosechas.