Patrocinio Benjumea no es sólo la directora de una clínica dental en Carmona, y otra en Sevilla. Es una mujer cuya pasión por la salud bucal y el bienestar de sus pacientes la ha llevado a ser una de las profesionales más respetadas en la zona. Tras comenzar su trayectoria como protésica dental, sintió la necesidad de ayudar directamente a las personas y decidió fundar su propia clínica. Hoy, su enfoque en la honestidad y en el trato cercano ha conquistado a cientos de pacientes que ven en ella no solo una experta en implantes y ortodoncia, sino una persona en la que pueden confiar plenamente.
Desde su pequeña clínica, Patrocinio ha creado una fórmula basada en la transparencia y la simplicidad. Explica cada tratamiento de manera que sus pacientes lo entienden, adaptando siempre las soluciones a las necesidades de cada uno. Más que vender servicios, Patrocinio se ha especializado en crear relaciones de confianza con quienes entran por su puerta.
PREGUNTA.- Patrocinio, comenzaste en el mundo dental como protésica. ¿Cómo fue ese proceso hasta convertirte en directora de una clínica y referente en la zona?
RESPUESTA.- Así es, mi primer paso en este sector fue como protésica dental. Estudié prótesis y abrí un pequeño laboratorio en Carmona, donde me dedicaba a crear soluciones para los dentistas. Pero, con el tiempo, empecé a sentir en mi corazón que quería ayudar a más personas, no solo desde el laboratorio, sino directamente. Ahí fue cuando decidí dar el paso y abrir mi propia clínica dental. Empezamos poco a poco, con mucho esfuerzo, y poco a poco fuimos ganándonos la confianza de la gente hasta convertirnos en un referente en la zona
P.- ¿Cuál crees que fue el mayor reto al pasar de tener un laboratorio a dirigir una clínica dental?
R.- El mayor reto fue cambiar mi mentalidad. Pasé de trabajar detrás de escena, fabricando prótesis, a tratar directamente con los pacientes y gestionar un equipo. En el laboratorio, el trabajo era más técnico, pero en la clínica se suman la parte humana y la gestión empresarial. Al principio fue un desafío, pero siempre he tenido claro que, si pones al paciente en el centro de todo y eres honesta, el resto va fluyendo. Ver cómo mejoras la vida de las personas a través de la salud dental es lo que me motivó a seguir
P.- Hoy en día, tu clínica es conocida por su trato cercano y honesto. ¿Cómo ha influido esto en el crecimiento de tu negocio?
R.- Ha sido clave. Desde el principio, mi prioridad ha sido ser honesta y cercana con cada paciente. Creo que esa es la base de la confianza. A la hora de vender un tratamiento, no pienso en cifras o resultados financieros, sino en lo que la persona realmente necesita. Explico las opciones de manera sencilla y clara, sin complicaciones ni tecnicismos, para que el paciente lo entienda y se sienta cómodo. Esa transparencia es lo que ha hecho que crezcamos y tengamos una base de pacientes fieles.
P.- El sector dental ha avanzado mucho en los últimos años, sobre todo en ortodoncia e implantes. ¿Cómo te adaptas a estos cambios en tu clínica?
R.- El sector avanza muy rápido, y es fundamental mantenerse al día. Tanto en ortodoncia como en implantes, hemos visto avances increíbles. En mi clínica, me esfuerzo por ofrecer lo último en tecnología y tratamientos, como los alineadores invisibles o los implantes de última generación, que ofrecen resultados más rápidos y menos dolorosos. Pero, además de la tecnología, siempre mantengo el enfoque humano. Al final, el trato personalizado y la confianza son igual de importantes que las herramientas que usamos.
P.- Has mencionado que tienes un enfoque muy personal a la hora de vender tratamientos. ¿Cómo logras enamorar a tus pacientes con tus presupuestos?
R.- La clave está en la simplicidad y la transparencia. Cuando presento un presupuesto, no hablo en términos complicados. Explico cada tratamiento de forma clara y sencilla, para que el paciente entienda exactamente qué va a recibir y por qué es importante para su salud. Además, me adapto a las necesidades del paciente, ofreciendo opciones y facilidades de pago. Eso genera confianza, y cuando un paciente confía en ti, es más fácil que se sienta cómodo con el presupuesto y con el tratamiento.
P.- ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere hacer crecer su clínica dental o su negocio en general?
R.- Lo primero es ser honesto, siempre. Si empiezas pensando solo en el dinero o en los números, perderás lo más importante: la confianza de tus pacientes. Tienes que poner a las personas primero. Escucha, explica y acompaña en el proceso. Y no tengas miedo de invertir en tecnología y formación. Estar al día con los últimos avances también es clave para ofrecer el mejor servicio. Pero, al final, el éxito viene cuando haces las cosas desde el corazón.
P.- Después de tantos años en el sector, ¿qué te sigue motivando a seguir creciendo y mejorando?
R.- Mi motivación siempre ha sido ayudar a las personas. Empecé en este sector desde un pequeño laboratorio, y ahora, ver el impacto que puedo tener en la vida de mis pacientes es lo que me impulsa. Cada sonrisa que recuperamos, cada paciente que se va feliz y agradecido es lo que me llena de energía para seguir mejorando, aprendiendo y creciendo. La salud dental tiene un impacto enorme en la vida de las personas, y poder ser parte de ese cambio es lo que me motiva cada día.
Después de hablar con Patrocinio, queda claro que es una persona auténtica, con un enfoque único hacia su trabajo y sus pacientes. En un mundo donde la honestidad es clave, no dudaría en depositar mi confianza en ella y en su clínica.
