En el acelerado ritmo de vida actual, el sueño de calidad se convierte en un bien preciado. No dormir bien afecta a nuestro estado de ánimo, rendimiento y salud general, por lo que es fundamental adoptar hábitos que promuevan un descanso profundo.
Cada una de las rutinas que se van a presentar, a continuación, no solo favorece la calidad del sueño, sino que también ayuda a reducir el estrés y a mejorar el bienestar general. Integrarlas en el día a día no solo optimizará el descanso, sino que contribuirá a una mejor calidad de vida, logrando estar más saludable y lleno de energía al despertar.
1. El uso de aceites esenciales
Los aceites esenciales forman parte de las opciones alternativas cada vez más populares para crear un ambiente relajante en el dormitorio. Aromas como la lavanda, el cedro y la manzanilla son conocidos por sus efectos calmantes. Es recomendable añadir unas gotas de estos aceites en un difusor o aplicarlos en las muñecas o el cuello (diluidos en un aceite portador) para ayudar a calmar la mente y el cuerpo.
Además de estos aceites, el CBD es otra opción que está ganando terreno como una alternativa natural. Al igual que la lavanda, los aceites cbd pueden ayudar a dormir mejor al promover la relajación y el descanso profundo sin efectos secundarios indeseados. Aunque no es un remedio milagroso, aumenta el número de personas que encuentran en el uso de aceites de CBD la ayuda necesaria para reducir el estrés y conciliar el sueño de manera natural.
2. Desconectar de las pantallas
Está ampliamente demostrado que uno de los principales enemigos del sueño son las pantallas electrónicas. La luz azul que emiten los dispositivos, como teléfonos, tabletas y televisores, inhibe la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Por este motivo, una de las prácticas más efectivas es desconectar de estas pantallas al menos una hora antes de dormir, y optar por actividades relajantes, como leer un libro físico o practicar una meditación ligera.
3. Crear un ambiente relajante en el dormitorio
El dormitorio debe ser un santuario de descanso, por lo que habrá que asegurar una habitación ordenada, limpia y ventilada. Así mismo, habrá que ajustar la temperatura para crear un ambiente ligeramente fresco, entre 18 y 20 grados, ya que es la temperatura que mejor favorece el descanso profundo. También es aconsejable usar colores suaves en la decoración y sábanas cómodas para propiciar un espacio de relajación, así como reducir al mínimo el ruido y la iluminación con cortinas gruesas.
4. Practicar ejercicios de respiración
Los ejercicios de respiración no solo relajan el cuerpo, sino que ayudan a reducir el estrés y calmar la mente, aspectos esenciales para preparar el terreno a un sueño reparador. La técnica de respiración 4-7-8 es muy efectiva: inhalar durante 4 segundos, retener el aire por 7 segundos y exhalar lentamente durante ocho segundos. Repetir este ciclo unas cuantas veces ayuda a ralentizar el ritmo cardíaco y a alcanzar un estado de calma que facilita conciliar el sueño.
5. Consumir infusiones naturales
Las infusiones de hierbas, como la manzanilla y la valeriana, son bien conocidas por sus propiedades relajantes y pueden ser un complemento ideal antes de dormir. La manzanilla, por ejemplo, contiene apigenina, un antioxidante que se adhiere a ciertos receptores en el cerebro, promoviendo la somnolencia y reduciendo el insomnio. Por otro lado, la valeriana actúa como un suave sedante natural que puede mejorar la calidad del sueño. Tomar una taza de infusión media hora antes de acostarse no solo relajará, sino que también se convertirá en un pequeño ritual que indica al cuerpo que es hora de descansar.