«Cuando recibes el diagnóstico de metástasis, todo cambia, porque sabes que tienes una enfermedad incurable y con un promedio de vida de cinco años». Gema Rodríguez es una de las miles de personas que sufren en España cáncer de mama metastásico, una patología que, salvo excepciones, aún no tiene cura y de la que cada año se diagnostica a cerca de 10.000 mujeres, un 30% de las nuevas pacientes.
A pesar de los avances, más de 6.000 mujeres fallecen anualmente en España debido al cáncer de mama metastásico. A Gema le diagnosticaron la enfermedad hace siete años, tras recaer del primer cáncer de mama.
«Pasado un año y medio, tras seis meses de quimioterapia y una mastectomía, en una de las revisiones me detectaron metástasis. Desde entonces he tenido ya seis tratamientos diferentes. A nivel emocional, convivir con esta enfermedad es muy difícil. Vivimos continuamente con miedo e incertidumbre de qué pasará en la siguiente revisión. Cada cambio de tratamiento es como recibir otra vez el diagnóstico de metástasis, pero sabiendo que cada vez te quedan menos opciones y menos tiempo», explica.
Gema Rodríguez, además de paciente, es la vicepresidenta de la Asociación Española contra el Cáncer de Mama Metastásico, organización fundada en 2018 con el objetivo de visibilizar y reclamar más medios para la investigación de esta enfermedad.
Los ADCs, una esperanza para el cáncer de mama metastásico
Una de las últimas innovaciones que ha llegado a estas pacientes son los Anticuerpos Conjugados con Fármacos (ADCs). Se trata de tratamientos innovadores que, han demostrado aumentar la supervivencia de las pacientes, manteniendo o mejorando la calidad de vida.
Estos nuevos anticuerpos monoclonales que están conjugados con un fármaco son más selectivos y van a la célula tumoral que sobreexpresa la proteína diana en su membrana, que está menos expresada en la célula sana. Es decir, es una terapia dirigida más selectiva para las células malignas que expresan el receptor.
En España, estos tratamientos han sido recientemente aprobados por el Sistema Nacional de Salud, ampliando así las opciones para las mujeres con esta enfermedad. «Para las pacientes con cáncer de mama metastásico supone una gran esperanza contar con más opciones de tratamiento, sobre todo en caso de pacientes que han desarrollado resistencia a otros fármacos o que tienen un subtipo más difícil de tratar, como es el triple negativo», destaca Rodríguez.
Los ADCs se utilizan principalmente en pacientes que han recibido otras opciones terapéuticas, como la quimioterapia estándar, las terapias hormonales o las terapias dirigidas, y en las que la enfermedad ha seguido avanzando.
La oncóloga Elena Galve, del Hospital Universitario de Basurto, defiende que «la aparición de los ADCs ha supuesto una transformación. Hemos conseguido administrar una quimioterapia con una mejor precisión, consiguiendo controlar la enfermedad y aumentando la esperanza de vida.
Un tratamiento más dirigido
Uno de los aspectos más destacados de los ADCs es que permiten un tratamiento más dirigido a las células para las que está diseñado. El cáncer de mama metastásico se clasifica en diferentes subtipos según la expresión de receptores hormonales (HR) y el receptor del factor de crecimiento epidérmico humano tipo 2 (HER2), lo que permite dirigir las terapias para cada grupo de pacientes. Para cada uno de los subtipos, ya se dispone de ADCs específicos que han sido aprobados en el país.
Estos avances suponen un cambio importante en el enfoque terapéutico del cáncer de mama metastásico. El tratamiento, eso sí, no está exento de efectos secundarios. «La administración de los ADCs es endovenosa y tiene un perfil de toxicidad similar a la quimioterapia, con cansancio, caída de cabello, bajada de defensas y en algunos casos, náuseas y vómito», recuerda la oncóloga.
Aunque el objetivo de la curación aún está lejos para las pacientes metastásicas, la investigación sigue avanzando en la búsqueda de nuevas soluciones que permitan extender aún más la supervivencia y, con suerte, llegar algún día a encontrar una cura para todas las mujeres que enfrentan esta enfermedad.