Regalar un buen vino es ofrecer algo más que una bebida: es brindar una experiencia inolvidable que perdura en el tiempo. Uno de los secretos fundamentales es seleccionar etiquetas de gran calidad en formatos especiales como el mágnum (1,5 litros). Este tamaño no solo impacta visualmente, sino que, desde el punto de vista enológico, permite un envejecimiento más pausado y equilibrado, ideal para preservar las cualidades de vinos atemporales.
Sorprender con una botella en formato mágnum es una elección que suma exclusividad y funcionalidad, transformando un simple obsequio en una experiencia de gran calidad.
El mágnum presenta beneficios claros desde el punto de vista de la conservación. Al contener el doble de volumen de vino que una botella estándar (0,75 litros), la proporción de oxígeno en relación al volumen es menor, lo que reduce el riesgo de oxidación y prolonga la frescura del contenido. Esta menor cantidad de oxígeno permite que el envejecimiento sea más lento y estable.
Además, el mayor volumen de líquido en una botella mágnum hace que los cambios de temperatura afecten de forma más gradual. Esto significa que, en el tiempo, el vino se desarrollará con mayor equilibrio y complejidad, obteniendo aromas y sabores más profundos.
Entre las bodegas reconocidas con este formato de vinos destaca Marqués de Riscal, con un viñedo que acaba de ser elegido como el mejor del mundo en el certamen World’s Best Vineyards 2024. Esta histórica bodega ha sido premiada y reconocida internacionalmente por vinos como Marqués de Riscal 150 aniversario, Barón de Chirel 2019 o Marqués de Riscal Reserva 2020.
Una excelente elección
El Marqués de Riscal 150 Aniversario 2017 es un vino de Rioja Alavesa, elaborado con uva tempranillo y una crianza de 32 meses en barricas de roble francés, seguido de tres años en botella. Presenta un color cereza oscuro, con aromas torrefactos, balsámicos, y notas de pimienta negra y canela. En boca es estructurado, con una gran concentración tánica y un final sedoso. Este vino, procedente de viñas de más de 80 años, destaca por su calidad y estilo clásico.
Por su parte, el Barón de Chirel 2019 destaca por ser un vino de edición limitada y altísima calidad. Se cría durante 16 meses en barrica de roble francés de Allier, seguido de un mínimo de dos años en botella. El resultado es un vino con aromas complejos de frutas negras, especias, cacao y tabaco. Ha sido evaluado con 97 puntos y la mención Editor’s Choice en Wine Enthusiast, y con 99 puntos en la Guía Proensa.
En mágnum, su capacidad de guarda se ve optimizada, permitiendo que sus taninos maduros y su gran acidez se integren con el tiempo y resulten en una experiencia enológica compleja y duradera.
Otra opción segura es el Marqués de Riscal Reserva 2020, un vino elaborado a partir de tempranillo y graciano y envejecido durante 22 meses en barrica de roble americano. Ofrece un perfil fresco y especiado, con notas de regaliz, canela y pimienta negra. Este vino, que ha obtenido 94 puntos en la lista de James Suckling, es una excelente opción para quienes desean un vino versátil, capaz de acompañar desde quesos suaves y jamón ibérico hasta carnes a la parrilla y asados.
En formato mágnum, su frescura y estructura se conservarán mejor, asegurando que cada detalle de su perfil aromático y gustativo se mantenga intacto y se intensifique con el tiempo.
Estos vinos están diseñados para brindar una experiencia enológica que puede compartirse y disfrutarse ahora, o bien guardarse para una ocasión futura, ya que la evolución de estos vinos en mágnum asegura que, con el tiempo, se tornarán aún más cautivadores.