En una España que envejece a gran velocidad, la atención y la seguridad de nuestros mayores es una prioridad, tanto para ellos como para sus familias. Con más de 9,5 millones de personas mayores de 65 años, y con una proyección de 12,3 millones para 2033, la cobertura asistencial y de seguridad para estas personas supone un desafío que, difícilmente, podrá solventarse sin la ayuda de la tecnología.
Prueba de ello es que, en los últimos cinco años, servicios de protección, como la teleasistencia, se han duplicado. Según Securitas Direct, el servicio de Protección Senior ha experimentado un aumento del 76% en los casos atendidos, lo cual responde a una creciente demanda por soluciones de seguridad en casos de emergencia en el hogar.
Sin embargo, persiste una preocupación entre las personas por no saber cómo actuar en caso de emergencias. De hecho, el 38% de los españoles teme no reaccionar de manera adecuada en estos momentos críticos. Los dispositivos de seguridad, como el botón SOS o las alarmas con cerradura inteligente, permiten a los cuidadores y a los servicios de emergencia actuar rápidamente, facilitando un acceso remoto a los hogares y optimizando la respuesta en situaciones de riesgo.
Lo cierto es que muchos mayores han aprendido a convivir con nuevas tecnologías que facilitan su vida diaria, pero el verdadero reto está en diseñar sistemas que no generen dependencia de terceros para su uso. La clave está en desarrollar dispositivos intuitivos y accesibles, que respondan a las necesidades físicas y cognitivas de las personas mayores sin hacerlas sentir dependientes o desconectadas.
Sistemas de ayuda
Sistemas como el botón SOS y las alarmas con cerradura inteligente se han convertido en opciones que garantizan la seguridad en caso de incidente. Estos dispositivos no solo permiten que los mayores soliciten ayuda con rapidez, sino que facilitan la entrada remota de los servicios de emergencia.
Con un botón SOS accesible o una alarma con cerradura inteligente, los mayores pueden avisar de inmediato a un centro de atención que coordina una respuesta eficaz. En cuestión de minutos, los servicios de emergencia o los familiares pueden estar en su puerta, asegurando una rápida actuación ante cualquier imprevisto.
Para las familias, saber que sus mayores cuentan con un sistema de seguridad integral en el hogar puede marcar la diferencia entre la preocupación constante y la confianza de que están protegidos. Los datos reflejan que el 22% de los españoles cuida a una persona mayor, y sin embargo, solo la mitad de estos cuidadores recibe algún tipo de ayuda.
Además, los datos muestran que de quienes tienen mayores a su cargo, el 8% vive con ellos en el mismo hogar, mientras que el 14% se encarga de su cuidado sin convivir con ellos. Esta distribución refleja las diversas realidades que enfrentan las familias españolas a la hora de prestar cuidados a sus familiares mayores.
