Los pequeños negocios, el corazón que mueve la economía española, se enfrentan a un enemigo silencioso, pero constante: la inseguridad. Aunque las persianas bajan al final de cada jornada, para muchos empresarios la preocupación nunca se apaga. Según el último informe del Observatorio Securitas Direct 2024, el 73% de los dueños de negocios está inquieto por la seguridad de sus establecimientos, sobre todo, de madrugada. Los negocios son hasta cuatro veces más propensos a sufrir robos que los hogares, siendo bares, pubs y restaurantes los más afectados.
De hecho, las tiendas o negocios abiertos al público tienen un 46% más de probabilidades de sufrir una intrusión que las oficinas o empresas, que son la tipología de negocios con menor riesgo de intrusión o robo, lo que pone en el foco a este tipo de negocios, buena parte de ellos, regentados por autónomos.
En general, y durante 2023, se registraron cerca de 38.000 robos en negocios en España, según datos del Ministerio del Interior. Aunque esta cifra aún se encuentra un 14% por debajo de los niveles prepandemia, el aumento sostenido desde 2021 subraya una tendencia preocupante.
No se trata solo de las pérdidas materiales; el impacto emocional y la sensación de vulnerabilidad pueden ser devastadores. Los empresarios no solo buscan proteger sus bienes, sino también preservar la confianza en un espacio que a menudo representa años de esfuerzo y dedicación.
Por este motivo, frente a esta amenaza, el 96% de los dueños de pequeños negocios ha adoptado medidas de seguridad. Las más comunes son las alarmas conectadas a centrales receptoras de alarma (CRA) y los cierres o persianas de seguridad, ambas empleadas por el 37,4% de los encuestados. Otras opciones destacadas incluyen puertas blindadas (31,7%), sistemas anti alunizaje (26,8%) y cámaras de videovigilancia sin conexión a CRA (25,2%).
Además, tecnologías avanzadas como los sistemas de expulsión por humo, que generan una niebla que dificulta la visibilidad, están ganando terreno, siendo utilizadas por el 19,5% de los negocios. Estas innovaciones son cada vez más populares gracias a su capacidad para reducir el tiempo de acción de los ladrones.
El informe identifica a Extremadura, La Rioja, Navarra, Castilla y León y Canarias como las comunidades autónomas con menor volumen de intrusiones en proporción a su población.
Los métodos empleados por los ladrones son diversos y van desde alunizajes hasta butrones, pasando por robos con lanzas térmicas o con el método del ‘sacacorchos’.
La creciente sofisticación de los ladrones exige una vigilancia constante y la adopción de enfoques personalizados según el tipo de negocio. Asimismo, fomentar un marco colaborativo entre el sector privado y las autoridades públicas es clave para consolidar un entorno más seguro y fortalecer la confianza en la protección de estos pilares de la economía española.