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¿Cómo afectan las pantallas al cerebro infantil? Claves para la prevención de un problema cada vez más frecuente

¿Cómo afectan las pantallas al cerebro infantil? Claves para la prevención de un problema cada vez más frecuente

Las pantallas digitales son una constante en la vida de los adolescentes, pero cada vez son más las dudas sobre los riesgos que el uso provoca en ellos. Es cierto que la tecnología, podría ser diseñada con patrones no adictivos desde el diseño, aumentando el posible potencial para estimular habilidades cognitivas como la creatividad, la resolución de problemas y la coordinación visual.

Rocío Rosés, directora del Hospital de Día Infantojuvenil del Hospital Universitari Sagrat Cor, advierte de que el uso excesivo de dispositivos digitales puede hacer que el cerebro se adapte a este estímulo y se cree una adicción.

Este fenómeno ocurre debido a la producción cíclica de dopamina, neurotransmisor responsable de las sensaciones de placer. Los adolescentes, al estar expuestos a la rápida accesibilidad de estímulos digitales, podrían desarrollar una dependencia a estos refuerzos inmediatos.

Rocío Rosés, directora del Hospital de Día Infantojuvenil del Hospital Universitari Sagrat Cor.

Pero no solo tiene impacto a nivel mental el cuánto, sino el qué se consume. El contenido al que los adolescentes acceden también tiene un impacto significativo en su salud emocional. Según explican la especialista, las redes sociales, en particular, fomentan comparaciones constantes. Al ver imágenes de vidas aparentemente perfectas, los niños y adolescentes pueden experimentar sentimientos de inseguridad, ansiedad y baja autoestima. Este entorno digital promueve una percepción distorsionada de la realidad, donde se idealizan ciertos estilos de vida y éxitos que no siempre son alcanzables o reales. A nivel de relaciones de pareja, la pornografía también ofrece unos modelos que se alejan de la realidad con las consecuencias negativas que puede conllevar.

Respetar los ciclos de sueño

Otro factor a tener en cuenta es su efecto en el sueño. La experta sugiere que «no usar dispositivos al menos una hora antes de dormir» es fundamental para un descanso adecuado​.

De esta manera, se puede conseguir un sueño reparador y evitar el aumento de los niveles de estrés. Los trastornos del sueño pueden afectar al rendimiento cognitivo, el estado de ánimo y deteriorar el estado de salud. El mal descanso impide que el cerebro se recupere, afectando tanto el rendimiento cognitivo como el estado emocional, lo que puede resultar en estrés y menor capacidad para aprender.

Los efectos de la tecnología en el cerebro de los adolescentes son innegables, pero no irreversibles. El papel de las familias es fundamental para enseñar a los jóvenes a usar la tecnología de forma crítica y consciente. Adoptar un enfoque equilibrado puede contribuir al desarrollo cognitivo saludable y al bienestar emocional de las nuevas generaciones. Además, hay que promover las actividades en familia en contacto con la naturaleza y fuera del entorno digital.

Dra. María Angustias Salmerón, del servicio de Pediatría del Hospital Ruber Internacional.

Consejos para disminuir el impacto

En el espacio web Escuela de familias de Quirónsalud, la Dra. María Angustias Salmerón, del Servicio de Pediatría del Hospital Ruber Internacional, da cinco consejos para que los adolescentes hagan un uso adecuado de las pantallas. Recomendaciones que pueden ser de gran importancia a la hora de educar respecto a su uso crítico.

  1. Antes de dar un dispositivo, piensa el para qué. ¿Por qué necesita tu hijo un teléfono móvil? Si lo que quieres es estar en contacto con él, igual no necesita un teléfono inteligente.
  2. Conviértete en su mejor ejemplo. Hay una máxima en Pediatría, si tú te llevas un dispositivo a la cama, él se llevará el dispositivo a la cama. Sé su mejor ejemplo y cumple los límites que establezcáis en la familia.
  3. Crea espacios sin pantalla. Aquí puedes tener un buen aliado, que es el Plan Digital Familiar de la Asociación Española de Pediatría, basado en evidencia científica, tendrás una manera fácil de establecer límites sencillos para toda la familia.
  4. Mejor que regalar, comparte dispositivo. Si al final le regalas un dispositivo a tu peque, lo más fácil es que él interprete desde un principio que es suyo, de esta manera te va a costar mucho más establecer límites. Además, si en vez de ser dispositivos transportables, son fijos y en un lugar que sea visible, como en el salón, te vas ahorrar muchos problemas.
  5. Haz del móvil un extra, no la norma. Crea espacios en casa para hacer cosas juntos, actividades familiares como juegos de mesa, manualidades… así el dispositivo tendrá su función y solamente lo usará cuando sea realmente necesario.

«Recuerda que las pantallas es algo más en lo que educar y practica la desconexión digital. Al final, la desconexión digital es un hábito de vida saludable que afecta al sueño, a la alimentación, a las relaciones sociales cara a cara y al ejercicio físico», expone la doctora.