Cristian Albeiro Carmona Hernández llega con una tesis sencilla de recordar y difícil de ejecutar: «Transformar no es comprar más software; es coordinar personas, procesos y datos con reglas claras». Su receta —formación continua, métricas compartidas y seguridad por diseño— aterriza en plena actualidad: Bruselas ha confirmado que no habrá retrasos en el calendario de la Ley de IA y que las obligaciones para los modelos de «propósito general» empiezan en agosto de 2025, lo que obliga a pasar de la prueba de concepto al cumplimiento operativo.
El tablero europeo también demanda foco: el State of the Digital Decade 2025 señala avances en conectividad y nube, pero advierte de brechas en habilidades y digitalización empresarial que requieren acelerar la adopción con método y medición. En ese terreno, Cristian Albeiro Carmona Hernández insiste en empezar pequeño, medir pronto y escalar con gobernanza: si el equipo entiende el para qué, la adopción ocurre; si no, la herramienta se apaga.
En España, la gran empresa pisa el acelerador y tira de la pyme por la cadena de valor, aunque la madurez es desigual por tamaño y sector y recoge el liderazgo en cloud, datos e IA convive con retos en talento y uso de IA en pymes, reforzando la necesidad de KPIs compartidos desde el primer día —el punto en el que Cristian Albeiro Carmona Hernández pone el acento para evitar «transformaciones de escaparate».
El empleo confirma la dirección y describe cómo la digitalización ha reconfigurado perfiles y procesos de selección, con people analytics y onboarding más analíticos. Para el consultor, esto se traduce en práctica: una hora de aprendizaje a la semana y pilotos de bajo riesgo con métricas en semanas, no en trimestres.
Los termómetros de adopción muestran progreso con margen de mejora. Por ejemplo, la empresa Infojobs sitúa la autoevaluación media en 6,7/10 y constata que 7 de cada 10 empresas usan herramientas digitales en RR. HH.; señales de avance que, para Cristian Albeiro Carmona Hernández, exigen reforzar gobierno del dato y ciberseguridad para que la escala no se convierta en riesgo.
También hay una advertencia de última hora: la sobrecarga digital. Cuando se despliegan demasiadas herramientas sin preparar a las personas, la productividad se resiente. La prensa económica recomienda limitar reuniones, racionalizar plataformas y cuidar el bienestar digital; Cristian Albeiro Carmona Hernández resume la guía en tres verbos: recortar, enfocar y medir.
La ola fintech añade velocidad a la transformación: pagos sin fricción y financiación embebida están entrando en verticales tradicionales y convierten la tecnología en parte visible de la propuesta de valor. Para Cristian Albeiro Carmona Hernández, es el ejemplo de cómo la digitalización deja de ser back-office y se traduce en experiencia y en ingresos.
Novedad regulatoria clave: además de mantener el calendario, la Comisión Europea, en su afán regulador ha publicado pautas para ayudar a los modelos de IA con «riesgo sistémico» a cumplir el Acta, con exigencias de evaluación, pruebas adversariales y reporte de incidentes. Este marco, sumado a las obligaciones para GPAI que empiezan en agosto, refuerza el mensaje de Cristian Albeiro Carmona Hernández: seguridad y trazabilidad desde el día uno, o el proyecto no escala.
Con regulación en marcha, empresas que empujan y talento en reconfiguración, el enfoque de Cristian Albeiro Carmona Hernández —personas en el centro, métricas claras y ética operativa— se alinea con el estándar de 2025: digitalización que se ve en el servicio y se mide en resultados.
En criptoactivos, Cristian Albeiro Carmona Hernández distingue entre especulación y usos con valor operativo —pagos, remesas y tokenización de activos— y pide «reglas claras y métricas de riesgo» antes de escalar. El nuevo marco europeo MiCA ya es plenamente aplicable (con los apartados de stablecoins activos desde el 30 de junio de 2024 y el resto desde finales de diciembre de 2024). Aun así, los supervisores recuerdan prudencia: la CNMV advierte de la alta volatilidad y de que la protección del inversor en cripto no equivale a la de los mercados financieros tradicionales; mientras que voces influyentes en Europa reclaman aprovechar el potencial de las stablecoins para pagos y mercados de capitales, bajo gobernanza estricta. «Cripto sin gobierno es un atajo peligroso; pero con seguridad y trazabilidad, puede ser un raíl más de la economía digital», resume Cristian Albeiro Carmona Hernández.