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La obesidad: la pandemia silenciosa que amenaza la salud en España

La obesidad: la pandemia silenciosa que amenaza la salud en España

La obesidad es uno de los principales retos de salud en España. Más del 55 % de la población adulta presenta exceso de peso y casi uno de cada cinco ya sufre obesidad. A pesar de estos datos alarmantes, sigue habiendo una percepción errónea de esta condición, muchas veces reducida a una simple cuestión estética.

El doctor Carlos Durán, jefe de Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario La Luz de Madrid, lo deja claro:«El concepto de obesidad está distorsionado. No estamos hablando de estándares de belleza ni de cuerpos perfectos. Estamos hablando de una enfermedad crónica, con alto impacto social. Y sí, es una pandemia del siglo XXI».

El 20 % de las muertes evitables en España están relacionadas con el exceso de peso. Sin embargo, la mayoría de quienes la padecen no lo saben: más del 80 % de las personas con obesidad no son conscientes de ello. De hecho, algunas creen tener un peso normal, lo que complica aún más su tratamiento.

Doctor Carlos Durán, cirujano del Hospital Universitario La Luz de Madrid.

El sobrepeso afecta la autoestima y provoca enfermedades graves. Puede causar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, apnea del sueño, problemas articulares y aumentar el riesgo de varios tipos de cáncer. A pesar de ello, se está extendiendo un discurso que minimiza estos riesgos.

«Uno de los errores más comunes hoy es intentar contrarrestar los cánones de belleza tóxicos con una aceptación de la obesidad como algo saludable. (…) Es una enfermedad, no una opción de estilo de vida», advierte el doctor.

La solución comienza por la educación. Enseñar desde pequeños a llevar una dieta equilibrada, reducir el consumo de productos ultraprocesados y fomentar el ejercicio físico son pasos fundamentales para prevenir el problema. En casos graves, es necesario recurrir a tratamientos más intensivos. La cirugía bariátrica, por ejemplo, es una de las opciones más eficaces.

«La cirugía sigue siendo la opción más efectiva a medio y largo plazo», explica el Dr. Durán. Y añade: «En pacientes intervenidos, vemos cómo hasta un 90 % abandona la CPAP, el 80 % deja de necesitar medicación hipolipemiante y más del 70 % de los diabéticos tipo 2 dejan de necesitar tratamiento farmacológico o insulina».

No hay soluciones mágicas

Los nuevos medicamentos para la pérdida de peso no sustituyen a la cirugía. Aunque pueden ser útiles, no son una solución mágica. «Estos fármacos no deben considerarse una alternativa a la cirugía (…)», señala el especialista.

Estos tratamientos tienen efectos secundarios y pierden efectividad si se abandonan. Algunos de estos efectos incluyen náuseas, trastornos digestivos o, en casos poco comunes, problemas endocrinos.

El tratamiento debe ser personalizado y multidisciplinar. Endocrinos, cirujanos, psiquiatras y otros profesionales trabajan juntos para dar una respuesta adecuada a cada paciente. «No existe una técnica quirúrgica ideal universal. La clave está en individualizar el tratamiento y hacerlo en centros con experiencia contrastada», afirma Durán.

«Es una enfermedad que debe dejar de estar en la sombra del tabú y ser tratada con el rigor médico que merece», concluye el doctor.