Los préstamos rápidos han llegado para quedarse. Han dejado claro que no son una moda pasajera y que pueden ser más útiles de lo que pensamos, siempre que se contraten de forma responsable. Te descubrimos las claves a valorar antes de hacerlo.
Seguro que en los últimos días has visto más de un anuncio ofreciendo un préstamo rápido en prensa, en la tele o en alguna de las redes sociales que usas de manera frecuente. Aunque este tipo de créditos llevan existiendo bastante tiempo, cada vez se han popularizado más y lo hace por múltiples razones. Estamos hablando de microcréditos que en muchas ocasiones son la solución para más de un quebradero de cabeza e imprevisto. La clave para usarlos de manera eficiente y evitar sorpresas en nuestra economía es informarse bien sobre las condiciones en el momento de la contratación. Y es que sí, siempre hay que leer la letra pequeña como decían nuestras madres.
María Sánchez, Head de Dineo, entidad especializada en préstamos rápidos, afirma que estos “pueden ser una solución muy útil en determinadas circunstancias cotidianas, pero es crucial que los consumidores comprendan los aspectos involucrados antes de tomar una decisión firme”. Lo primero que debes hacer si estás pensando en recurrir a un préstamo rápido es evaluar la necesidad de financiamiento.
En caso de que la decisión sea la de contratar un crédito rápido, es imprescindible que consultes diferentes opciones para que puedas tener la mayor información posible. Infórmate bien sobre las entidades que te ofrecen las condiciones que mejor se adaptan a lo que estás buscando (una búsqueda rápida de las opiniones sobre el prestamista te despejará posibles dudas) y presta mucha atención a los términos. Es muy importante que entiendas las condiciones que se te ofrecen y que comprendas el significado de todo. Si tienes dudas sobre términos frecuentes como tasas, comisiones o penalizaciones, pregunta. Los servicios de atención al cliente que ofrecen las entidades están disponibles precisamente para estos casos.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de contratar un microcrédito es considerar tu capacidad de pago. Es frecuente que estos servicios soliciten la devolución en breves periodos de tiempo, por lo que, si crees que no vas a poder hacer frente al reembolso, no te arriesgues. De lo contrario, tu estabilidad financiera podría verse comprometida. Si tienes clara tu solvencia, firma el contrato. La rapidez está de tu parte en este tipo de soluciones financieras.
Ten en cuenta que los créditos rápidos son una buena opción a la que recurrir ante un gasto inesperado: una multa con la que no se contaba, una avería en el hogar o un viaje que no se puede posponer. Ante estas situaciones, los préstamos rápidos pueden ser una gran alternativa, pero recuerda que no conviene abusar de ellos. Úsalos solo en determinadas situaciones. Por lo tanto, evalúa tus opciones, compara diferentes alternativas y, con la que mejor se adapte a tus necesidades, da el paso y contrata tu crédito rápido.
