La Behobia-San Sebastián, una de las carreras populares más emblemáticas de Guipúzcoa, celebrará su 59ª edición el próximo 10 de noviembre, y, como cada año, 27.000 corredores se lanzarán a sus 20 kilómetros de recorrido entre la ciudad y la capital donostiarra. Esta competición no solo simboliza el esfuerzo y la superación personal, sino también la importancia de la preparación física y, en especial, de la salud cardiovascular. La cita quiere incidir en la prevención y la seguridad en el running, aspectos fundamentales cuando se trata de deporte de alta exigencia.
Gonzalo Navarrete, cardiólogo de Policlínica Gipuzkoa, centro de Quirónsalud que actúa como Healthcare Partner de la carrera, recuerda que «entre el 60% y el 80% de las paradas cardiorrespiratorias en jóvenes ocurren durante la práctica deportiva». Este dato alarmante evidencia la necesidad de que los menores de 35 años se realicen chequeos periódicos para detectar posibles miocardiopatías y cardiopatías congénitas, las causas más comunes de muerte súbita en jóvenes.
Por otro lado, en corredores mayores de 35 años, el principal riesgo se relaciona con la cardiopatía isquémica, patología que implica la obstrucción de una arteria coronaria, y que es responsable de hasta el 80 por ciento de los casos de muerte súbita en personas de este grupo de edad.
Navarrete insiste en que los objetivos personales deben ser realistas y adaptados a la preparación física de cada corredor. «La seguridad debe ser siempre la prioridad», enfatiza. Recomienda encarecidamente un chequeo cardiológico antes de la carrera, especialmente en personas con factores de riesgo cardiovascular o vida sedentaria, que deben incluir pruebas como un electrocardiograma, un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo para detectar cualquier anomalía.
El desafío no se limita únicamente a la distancia o a la altitud. Según Íñigo Etxeberria, coordinador de la Behobia/San Sebastián, las ediciones con temperaturas superiores a los 15ºC presentan un mayor número de asistencias sanitarias. «Los jóvenes que buscan mejorar su marca personal son los más propensos a sufrir golpes de calor severos», advierte Etxeberria. Este fenómeno se ejemplifica en la pasada edición, en la que dos corredores de 20 y 28 años fueron ingresados en la UCI tras sufrir graves golpes de calor.
Juan Rey, director médico del Hospital Universitario Rey Juan Carlos y corredor habitual de la Behobia, recomienda moderación: «Si el día de la carrera hace calor y humedad, mejor no plantearse hacer un récord personal».
Preparación completa para un mejor rendimiento y menor riesgo de lesión
Para optimizar la preparación física y evitar el riesgo de lesiones, Policlínica Gipuzkoa ha implementado un test de Nutrición y Deporte. Este análisis en sangre permite evaluar las necesidades de vitaminas y minerales, así como ajustar la ingesta de grasas, proteínas y carbohidratos según los objetivos individuales de cada corredor. También analiza el estado inflamatorio y las necesidades de ejercicio para mejorar la salud ósea y prevenir lesiones.
Por otro lado, Javier Alfaro, jefe de Servicio de la Unidad del Pie de Policlínica Gipuzkoa, señala que el uso de zapatillas con placa de carbono, diseñadas para mejorar el rendimiento, requiere una preparación muscular adicional: «Si no se entrena adecuadamente mediante entrenamientos de fuerza, el uso de este tipo de zapatillas puede aumentar el riesgo de sobrecargas y tendinitis, especialmente en el tendón de Aquiles y los gemelos». Además, Alfaro aconseja realizar un estudio de la pisada antes de la carrera para identificar posibles necesidades de plantillas personalizadas que optimicen el rendimiento y eviten lesiones.
Escuchar al cuerpo, la mejor preparación para la meta
El running, como deporte de resistencia, exige no solo una preparación física y cardiovascular adecuada, sino también una mentalidad responsable y preventiva. Como bien recalca Navarrete, «si se detectan síntomas que puedan inducir a desmayo, es mejor dejar de correr».