Gonzalo Sáenz de Miera, director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola, asegura que con la tecnología actual se podría llegar a descarbonizar mayoritariamente el consumo de energía. La vía principal será la electrificación directa con fuentes renovables, complementada por el uso de hidrógeno verde y sus derivados en aquellos sectores más difíciles de electrificar
«Necesitamos trabajar todos en alianzas para acelerar la transición energética y su implementación. Iberdrola antes era una empresa eléctrica concentrada en la descarbonización del sector con energías renovable competitivas como la eólica y la fotovoltaica y ahora además es un socio energético: focalizada en descarbonizar los usos finales de la energía, sustituyendo combustibles fósiles en otros usos energéticos, como petróleo en el transporte o gas en los edificios y la industria.
Hay que apoyar el desarrollo industrial de las tecnologías que hoy aún no son maduras, como el hidrógeno verde. Ahora lo que se necesitan son hojas de ruta para las tecnologías de futuro. Estamos ante una nueva revolución industrial y si no lo aprovechamos nosotros, lo harán otros», señala en conversación con THE OBJECTIVE.
Bajo el contexto actual de escalada de los precios energéticos, Sáenz de Miera aboga por acelerar la transición ‘verde’ y que España consiga así tener una energía más barata que el resto de países de Europa. Considera que el país conseguirá tener una energía más «segura y económica» gracias a las renovables y que esto también atraerá proyectos industriales, como el caso de Ford, que se ha decantado por su planta de Almussafes (Valencia) para producir vehículos eléctricos en el Viejo Continente y Volkswagen con su fábrica de baterías de Sagunto (Valencia).
«El reto es aprovechar la oportunidad en otros sectores como el acero verde, la industria química o el transporte»
«La apuesta medioambiental es estratégica para tener actividades con futuro, esta es la base. Nuestra apuesta por el medio ambiente es estratégica», subraya el directivo, resaltando que es muy importante lo que está haciendo Europa en cuanto a diversificación de suministros para reducir la dependencia del gas ruso.
También pone en valor las medidas de ahorro energético que ha puesto en marcha Europa con el fin de dar respuesta a la invasión de Ucrania y reducir así las importaciones tanto de petróleo como de gas procedente de Rusia. No obstante, considera que España podría ir más rápido. «Se pueden acelerar más las renovables, sustituir las calderas de gas por bombas de calor, rehabilitar edificios, reducir el consumo de hidrocarburos con límites de velocidad en las autopistas y, más como apuesta de medio plazo, invertir en producción de hidrógeno verde. España tendría que estar instalando renovables lo más rápidamente posible», argumenta.
Para Sáenz de Miera unas de las trabas más importantes para el desarrollo de las renovables en el territorio nacional son las administrativas. Explica que a España le correspondería instalar alrededor de un 15% de los megavatios fotovoltaicos que plantea el RepowerEU de aquí a 2030, lo que implicará el desarrollo de unos 12.000 MW al año y que no se puede conseguir con las «barreras administrativas» actuales. «Las administraciones centrales y autonómicas necesitan más recursos. No estamos preparados para esto», afirma.
Así, añade que para acelerar la transición energética se debe explicar a la sociedad con mensajes claros mostrando, de forma entendible, las implicaciones que supone un cambio de modelo de fósiles a Renovables, que son todos beneficios pero que tendremos que aceptar ciertos costes como es el impacto paisajístico de los proyectos; con las energías fósiles, los impactos no se ven, pero las energías renovables las vemos porque las tenemos cerca.
«La forma más barata de producir electricidad es a con energía eólica y fotovoltaica, mientras que la hidráulica es el completo perfecto a estas. Pensamos que se puede operar un sistema eléctrico con renovables. Actualmente, tenemos un sistema eléctrico con una penetración de las renovables del 42%, mientras que vemos que en 2030 puede alcanzar un 85% sin problemas operativos», manifiesta.
El director de Cambio Climático y Alianzas de Iberdrola pone de relieve que la dependencia energética del exterior es lo que ha provocado tener unos precios altísimos de la electricidad, el gas y los carburantes. «La solución a la crisis ambiental y energética es la misma, las energías renovables, que son las más competitivas y las más baratas. Resulta que las energías renovables son más limpias, pero también más seguras porque no las tenemos que importar», agrega.
Asimismo, expresa que hay que aprovechar las oportunidades industriales que presenta la transición ecológica, que califica como «revolución industrial verde o de las energías limpias». «España está mejor posicionada que los demás países europeos. Ahora lo importante es tener recursos renovables, sol, viento. La forma más barata de producir electricidad en el 95% del planeta es la fotovoltaica y la eólica», reivindica.
«Los coches eléctricos ya son plenamente competitivos si se tiene en cuenta el coste de la energía y el hidrógeno verde lo será en no mucho tiempo. Las soluciones limpias son las más baratas, las más seguras y las más limpias. Nosotros queremos aportar valor a la sociedad y aprovechar las oportunidades», reivindica.
