La lectura como clave para mejorar la vida de niños y perros
Esta semana, con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, podemos encontrar en la red miles de artículos con recomendaciones para todos los gustos y edades. Hay consenso: leer es importante y como cada 23 de abril, el lunes se rindió un merecido homenaje a libros y escritores de todas las épocas y se realizaron múltiples actividades para fomentar la lectura, muchas de ellas dirigidas a los más pequeños de la casa. No se trata solo de mejorar la ortografía y de estimular la imaginación. La lectura es esencial para el desarrollo, individual y colectivo. Además, es sanadora. Hay libros que mejoran la vida de niños y perros, no por su contenido, sino por el vínculo emocional que se desarrolla entre ambos en cada sesión de lectura.
Esta semana, con motivo del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, podemos encontrar en la red miles de artículos con recomendaciones para todos los gustos y edades. Hay consenso: leer es importante y como cada 23 de abril, el lunes se rindió un merecido homenaje a libros y escritores de todas las épocas y se realizaron múltiples actividades para fomentar la lectura, muchas de ellas dirigidas a los más pequeños de la casa. No se trata solo de mejorar la ortografía y de estimular la imaginación. La lectura es esencial para el desarrollo, individual y colectivo. Además, es sanadora. Hay libros que mejoran la vida de niños y perros, no por su contenido, sino por el vínculo emocional que se desarrolla entre ambos en cada sesión de lectura.
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, explica en el mensaje publicado esta semana que “al celebrar el libro, celebramos actividades —la escritura, la lectura, la traducción, la publicación— mediante las cuales el ser humano se eleva y se realiza; y celebramos también, fundamentalmente, las libertades que las hacen posibles. El libro constituye el punto de encuentro de las libertades humanas más importantes, entre las que destacan en primer lugar la libertad de expresión y la libertad de edición.” Por desgracia, aunque se trata de una herramienta fundamental, se calcula que actualmente el 15% de la población mundial, es decir, más 796 millones de personas, no sabe leer.
Una realidad devastadora que tiene consecuencias significativas para la salud y la economía mundial, pero que, sobretodo, condena a millones de individuos a una vida de limitaciones. Son muchas las investigaciones que relacionan las dificultades con la lectura con problemas más graves como el fracaso escolar y la disminución de la autoestima. Por eso, es importante que el aprendizaje sea emocionalmente positivo y que el niño se sienta seguro y motivado. Para conseguirlo, los perros son grandes aliados. Son muchos ya los países que han implementado con éxito programas con perros de terapia para ayudar a niños y a adultos a mejorar sus habilidades de lectura dentro y fuera del ámbito académico.
Perros de lectura en España
La asociación Perros y Letras, representante oficial del programa R.E.A.D.® (Reading Education Assistance Dogs) en España, trabaja cada día desde 2012 para mejorar las habilidades de lectura, la motivación y la confianza de muchos niños mediante la intervención de perros especialmente adiestrados para leer con ellos. La experiencia ha sido enriquecedora y muy positiva para todos los participantes. En las reflexiones publicadas en su página web explican que el éxito “radica en la conexión emocional que se establece entre el perro y el niño que lee para el animal, que se relaciona con el lector según sus necesidades.” El programa, desarrollado por la organización Intermountain Therapy Animals (ITA) nació en Estados Unidos en 1999, pero actualmente se implementa con éxito en países como Alemania, Francia. Finlandia y Australia, entre otros.
Las actividades se realizan tanto en colegios como en bibliotecas públicas y aunque el público es principalmente infantil, también trabajan con adultos. El programa desarrollado en los centros escolares está por lo general dirigido a niños con necesidades educativas especiales (NEE), pero en el caso de las bibliotecas, es para todo público. Los equipos de trabajo están formados por educadores, psicólogos, logopedas y profesionales de áreas relacionadas que trabajan con sus propios perros, siempre bajo la coordinación de un responsable del programa y cumpliendo las normas de seguridad exigidas para este fin. Durante la sesión, el niño lee en voz alta y el perro escucha atento. Si nota algún error de lectura o hay algo que no entiende, hace una señal y el niño vuelve a leer o le explica el concepto, según sea el caso. Lo importante es que no lo juzga, como probablemente haría un humano. El niño disfruta de la experiencia y gana seguridad y confianza en sí mismo.
Otro de los beneficios que destaca la organización es que la lectura se convierte “en un acto lúdico y divertido, donde todo va a discurrir alrededor del perro, estimulando la motivación, la concentración y la imaginación del niño, de una forma totalmente natural y distendida”. Además, mejora la autonomía y el desarrollo de la iniciativa personal ya que cada niño elige los textos que quiere leer.
La lectura también salva perros
Los ratos de lectura humano-perro no solo ayudan a los niños. Según como se presente la actividad, los verdaderos beneficiados puedes se los animales. En Misuri, estados Unidos, la organización Humane Society, ha desarrollado un programa de lectura llamado Shelter Buddies, Amigos del refugio, en el que empareja a niños de entre 6 y 15 años con perros que están esperando un hogar. El objetivo principal es hacerles compañía un rato, relajarlos y, sobre todo, sociabilizarlos para aumentar así sus probabilidades de adopción.
En el programa participan los perros más tímidos y miedosos del refugio, así que para garantizar el éxito de la actividad es clave no forzar el contacto en ningún momento. Cada animal atraviesa por un proceso diferente y es importante respetar sus tiempos. Los niños simplemente se sientan frente a las casetas y les leen un libro. Poco a poco, los perros van perdiendo el miedo y mostrando interés por el nuevo amigo. Cuando esto sucede, se les premia con una chuche. Según los responsables, el programa resulta altamente beneficioso para reducir los niveles de ansiedad de los perros acogidos.