Sube a 23 el número de muertos del naufragio de la patera en Cádiz
El hallazgo de un cuerpo sin vida en la playa de la Barrosa, en Chiclana de la Frontera, ha elevado a 22 el número de víctimas mortales del naufragio de una paterra ocurrido el 5 de noviembre en la localidad gaditana de Caños de Meca, informan fuentes de la Guardia Civil citadas por Efe. Aún no se sabe si hay más fallecidos en el naufragio ya que se desconoce con exactitud el número de personas que viajaban en la embarcación debido a que los inmigrantes ofrecen distintas cifras.
El hallazgo de dos cuerpos sin vida en la costa de Chiclana de la Frontera ha elevado a 23 el número de víctimas mortales del naufragio de una patera ocurrido el 5 de noviembre en la localidad gaditana de Caños de Meca, informan fuentes de la Guardia Civil citadas por Efe. Aún no se sabe si hay más fallecidos en el naufragio ya que se desconoce con exactitud el número de personas que viajaban en la embarcación debido a que los inmigrantes ofrecen distintas cifras.
Tras el naufragio de la patera, ocurrido el pasado 5 de noviembre, fueron localizados 22 supervivientes que lograron arribar a nado a la playa de Caños de Meca (Barbate) después de que la embarcación chocara con unas rocas y quedara resquebrajada. Entre estos supervivientes estaban el patrón de la patera y su ayudante, que han ingresado en prisión por orden judicial.
Desde entonces, el mar ha devuelto los cuerpos de 22 hombres, todos ellos jóvenes marroquíes. La dimensión de la tragedia ha llevado al Ayuntamiento de Barbate a decretar un día de luto en memoria de «las vidas que se han perdido en el Estrecho».
Gracias a la foto de uno de estos cuerpos publicada en un periódico, un joven marroquí identificó que el fallecido era su amigo Ayub Mabruk, de 21 años y tres veces campeón de kick-boxing en su país. Mabruk viajaba en esta patera con otros 30 jóvenes de Salé, una ciudad vecina de Rabat. Varias de sus familias de esta localidad se han puesto en contacto con la Guardia Civil de Cádiz para averiguar si sus hijos están entre los fallecidos.
Ayub no es el primer deportista marroquí en embarcarse hacia el sueño europeo: el pasado septiembre, el futbolista de 20 años Ali Hababa, considerado promesa del fútbol juvenil, fue fotografiado a bordo de una patera que surcaba el Mediterráneo. Días después, grabó desde una habitación de hotel en España un vídeo en el que daba a entender que su marcha tenía que ver con el «maltrato», «la explotación de los talentos» y la «desigualdad de oportunidades» en el fútbol en su país.